Evan
Mirar al techo es mucho mejor que prestarle atención a Jenna, incluso si al final de su parloteo me gano un golpe por no prestar atención a sus palabras. Normalmente siempre escucho lo que tiene para decir, pero justo en este instante no pienso hacerlo porque habla de un día innombrable para mí, de acuerdo tal vez exagero, pero para mi es un día algo desagradable y común como cualquier otro.
14 de febrero, mejor conocido como San Valentín o el día en que cupido lanza sus flechas para que el amor reine, eso último son palabras de Jenna. Para muchos es un día especial en el que profesas amor a tu pareja y gastas una cantidad absurda de dinero en obsequios y cenas de lujo.
Para mí es un día como cualquier otro, con la pequeña diferencia que me desagrada por simples razones, las cuales siempre me digo en forma interrogativa, ¿Por qué hacer cosas cursis y lindas por tu pareja solo ese día?, ¿por qué llevarla a cenar en un lujoso lugar solo en San Valentín?, ¿Por qué decirle te amo mucho más el 14 si puedes hacerlo de igual manera los otros días? Pienso que decir te amo, hacer o dar cosas cursis, entre otras cosas, se puede hacer todos los días del año no solo uno en especial. ¡Ah! Otra razón más para que me desagrade, es un día absolutamente comercial.
Muchos me pueden llamar imbécil, aburrido, amargado o como Jen me llama, el Grinch del amor. Pero no es así, creo en el amor y en el pasado me he enamorado, solo que no soy fan de ese día en especial porque todas esas cosas que haces en San Valentín, puedes hacerlas también cualquier otro día. Simple.
Jenna termina su conversación unilateral, cuando nota que no le estoy prestando atención a sus palabras.
—¿No me estás prestando atención, cierto?
—No —admito justo antes de sentir un golpe de su parte. Odia cuando no le doy mi atención—. Sabes lo que pienso sobre San Valentín, pero si quieres regalarle algo cursi y comercial a Dean, por mí no hay problema.
—Eres un Grinch, pero tú no robas la navidad, sino el amor —se cruza de brazos de una manera infantil—. Odio cuando entras en tu etapa soy un amargado y odio el amor.
—El odio es un sentimiento fuerte y nunca he sentido eso por nada ni nadie, mucho menos por eso llamado amor, porque creo en él y me he enamorado, solo no me agrada ese día —.
—Enamorarse de Morgan no cuenta, ella es una perra —se levanta y camina hacia la cocina.
Frunzo mi ceño y muerdo mentalmente mi lengua para evitar decir algo que nos lleve a discutir como otras veces. Sabe cuánto me desagrada que llame a mi ex-novia así e incluso es algo cínico porque ella siempre anda diciendo que entre mujeres no deberían insultarse de esa manera y tendrían que protegerse mutuamente.
Ignoro sus palabras y también voy hacia la cocina. Me siento sobre uno de los taburetes de la encimera y tomo entre ambas manos la taza con café que me extiende. Susurro un gracias y doy un trago a la cálida bebida. Amo el café.
—Como te decía, en unas semanas es San Valentín y quiero que me acompañes mañana a buscar un obsequio para Dean, quiero que sea algo especial y que le guste —me regala una leve sonrisa.
—Está bien —suelto en medio de un suspiro—. Mañana cuando salga del trabajo pasaré por ti, Tu turno termina a las dos ¿verdad?
—Sí.
—bien, espérame en tu casa. Yo salgo a las cuatro así que pasaré por ti.
—¡Gracias! Eres el mejor —se aproxima a mí y besa sonoramente mi mejilla.
Rio y en broma limpio mi mejilla como si su beso me hubiera ensuciado, ella golpea suavemente mi hombro y se aleja de mí volviendo a su lugar.
—No agradezcas, eso es lo que hacen los amigos —me encojo de hombros restándole importancia.
Ella sabe que haría lo que fuera por ella, incluso si es comprar algo para el día que más me desagrada.
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Besos Rojos [ADS 1]
Novela JuvenilUn día amado por muchos, pero desagradable para él. Una fiesta, un cupcake, unos lindos ojos violetas y cupido hizo de las suyas. ¿Qué podría salir mal? Esa es la pregunta que Evan se hace justo antes de salir de su casa. Pertenece a la saga: Amore...