¿Quién coño es arte?
¿Y por qué la adoramos tanto?
Hola, querido yo, de ayer y de mañana, antes de nada, vengo a pediros perdón.
Por hacerte desconfiado, frío, hacerte tener fragmentos de corazón incrustados por todo el pecho, el cual estalló hacia tiempo ya,
Tenemos la capacidad esa tan ansiada, la de poder desahogarnos con un boli bic, una hoja doblada por la mitad y hacer magia, llamalo suerte,
Normal, yo tambien lo pienso, y siento que todo se me escapa, hacia ya mucho que no sentia esto, hacia ya mucho que no escribia, y me lamento mucho, en serio.
Nada me hacia sentir mejor que esos momentos, mágicos de algún modo, a las 3 de la mañana en mi cuarto, sentado en mi escritorio,
siempre la liaba, entre humo y lágrimas, o humo y risas cogia mi libreta negra y escribia alguna tonteria para escapar de la realidad.
Me despertaba desganado, desmotivado por vivir, solo era una rutina interminable y ya no sabía que hacer, sentía desesperación por encontrarme sin ganas como si quiera para aparentarlo.
Probé a dejar de fumar, nada
Cambié de amigos, nada
Salí de bachillerato, nada
y volví a escribir...
Volvió la luz a mi vida,
Iván, sabes como yo que no teníamos otra opción, o que al menos no queríamos verla, y ahora me tienes aquí de nuevo, escribiendo para arrepentirme de todo, la cara con rastros del pasado, el alma rasgada en 7 como un horrocrux y ya estábamos muy debilitados de por si, con el corazón en las últimas.
Estando, otra vez, en un punto en el que soy una fuga de gas con fuego, que eres tú,
lo único que hace que siga queriendo despertarme, al menos.
¿Y qué vamos a hacer? ¿Nos dejamos llevar y acabamos en un sitio que nos turbie?
¿O tomamos de una vez las riendas de nuestra vida de mierda aun a sabiendas que va a salir mal?
Soy idiota, lo sé, sabes que seremos iguales siempre.
Déspues de todo la suerte nos sonrió en aquella ocasión, y aunque el destino esté en nuestra contra, tenemos un arma más fuerte...
Vi esa cara blanca con ojeras plateadas y los ojos rubí, susurraba nuestro nombre. Intenté gritar, girarme y huir, pero no era capaz, sacó su lengua bífida, y mientras me miraba sonriendo esa mujer gigante, mi alma fue saliendo poco a poco de mí, notaba como se me iba el calor del cuerpo y un dolor inaguantable en la garganta apretándome el cuello.
Perdí las ganas de luchar, sentía que, en aquel lugar tan oscuro, aquella mujer blanca se llevaría lo que quería, pasó algo. No sé si te acordaras de que pasó aquella noche Iván...
El Karma apareció en aquel preciso instante, aquel instante tan necesario para nosotros, que nos quiso dar los pagos atrasados, y nos sacó de aquel saco de amargura y depresión llevándonos a otro ambiente.
No medio tiempo a preguntarle nada de aquella mujer blanca, aunque a día de hoy soy capar de afirmar un contacto con la muerte cara a cara, y su cara se quedará grabada para siempre en mi. Bajo el símbolo del omega, todo se me escapa de la compresión, me gustaría poder ser más sencillo expresandome, volveré a escribirte pronto. Lo siento por todo.
Ivaaan.0511
170221
