La cruda realidad

2.9K 192 55
                                    

En el cuarto de la dulce doncella de pelo dorado una diosa se encontraba viendo a su hija dormir como una niña, pero no duro mucho ya que esta se despertó a sentir su presencia

-Loki, ¿Qué haces aquí?-

Dijo Aiz un poco malhumorada por despertar más temprano de lo que creía

-todos se fueron por una misión, quería avisarte que en la noche celebraremos tu ingreso-

Loki era muy entusiasta de celebrar cuando una belleza se agregaba a su familia

-no es necesario-

-claro que si, además de igual forma íbamos a celebrar-

después de esas palabras, las cuales no sabía que los hombres no tienen ese tipo de celebración, Loki salió de la habitación de Aiz. Esta se fijo que su espada y armadura que se destruyeron por lo del minotauro y tenia que ir a remplázalos, pero ya tenía una cita para ir a la tienda con una amiga

-disculpa por tardase-

Aiz se sentía muy apenada de llegar tarde cuando fue ella que mando la petición por la mañana

-tranquila, princesa en ascenso. Yo no tengo mi agenda tan ocupada tampoco-

Su asesora le reconoció sus esfuerzos con ese apodo, aunque ella insistió de que no la llamara así. Rosa que estaba delante de ella, estaba aun con su ropa de gremio, noto que solo había salido para ayudarla con la armadura

-¿segura que no tienes gente en tu familia que haga este tipo de cosas?-

Recriminó la mujer pelirroja

-Este mes no he podido hablar con nadie que no sea Riveria y ella se la pasa ocupada-

-niña. Si sigues por ese camino quedarás sola, aunque tienes a tu mamá que te apoya debes saber que las amigas son importantes-

Dijo suspirando Rosa ante las palabras antes mencionadas por Aiz

-bueno, vamos niña. Aún tenemos que remplazar tu armadura-

Rosa empezó a caminar justo después de ese comentario

-Rosa espera, aún quisiera ir a.. espera..-

Después de ser ignorada continuo escuchando las quejas de su consejera sobre como le ponen mucha carga con nuevos aventureros. Después de un rato pudieron llegar al piso treinta de Babel.

-así que este es babel-

-si, suele estar plagado de más aventureros novatos. Pero, no se, parece que hoy esta muy callado.-

Despues de un rato, buscando entre las tiendas varias, pudieron conseguir una armadura ligera de calidad media a buen precio costándole 9.900 valis

-bueno, misión cumplida. Esta que está aquí se debe ir, un placer acompañarte-

-oye, quieras acompañarme a..

La voz de la chica fue apagada al ver que su compañera se fue lo más rápido posible, al parecer si estaba más ocupada de lo que Aiz creyó, igual cuando se fue se entristeció que no le pudo decir lo que ella realmente quería hacer 

-creo... que mejor voy al calabozo-

Aiz salió de la tienda con su armadura un tanto distraída, por lo de ahora y se puso a recordar los sucesos de ayer, pero, en eso choco con alguien. creyó poder chocar con cualquiera porque sólo estaban los trabajadores hace un momento

danmachi: El sueño de la princesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora