we think too much

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POV Omnisciente

—A ver, te haz comido cuatro nuggets y yo tres, si sabes algo de matemáticas sabrías que lo justo es que el nugget que queda es mío.

—Matt, tu desayunaste y yo no, lo justo es que yo coma más que tú.

—¡Tu fuiste el que decidió no desayunar!

—Paren ya, el nugget que queda es mío —Intervino una figura femenina —El nugget que queda es mío —Afirmo denuevo tomando entre sus dedos el trozo de pollo.

—Maldita sea, en esta casa todos hacen lo que quieran —Reclamo el más joven de la habitación.

—Soy mayor que tu y Nate, tengo derecho a hacer lo que que quiera —Agrego mientras se metia en la boca el alimento —Y no puedes hacer nada para cambiarlo, retardado —Se burló para finalmente salir de la cocina entre risas.

El menor suspiro y dejo la cocina a paso lento.

—¡Hey, tienes que lavar tu plato, no puedes dejarlo en la mesa así como así! —Reclamó su hermano desde la cocina

Está era su vida.

Matthew Cole Anderson Phillips es un chico de trece, casi catorce años que era, un poco asocial.

A diferencia de su hermano, que solía ser muy amigable y frecuente de las fiestas y anglomeraciones, Matt era más de quedarse en casa, iba a la escuela a hacer lo justo y solo se relacionaba lo necesario, fue algo que siempre lo persiguió desde pequeño, pues se le dificultaba mucho hablarle a la gente con confianza.

Era algo que lo molestaba un poco, no obstante tampoco buscaba cambiarlo, disfrutaba sus minutos de paz de el, el silencio y nada más, pero aveces no podía evitar imaginar que se sentiría despertar con un mensaje de algún amigo queriendo salir, alguien que lo invite a jugar videojuegos o una novia que quisiera pasar la tarde con el.

Matt se podría considerar, ¿Atractivo? A primera vista siempre tuvo suerte con las chicas, ya que en su defecto no era mal parecido, pero su falta de interés sobre los demás lo hacía tropezar en las relaciones, apesar de nunca llegar a estas.

Era un chico de pelo relativamente largo para un chico, liso, castaño y oscuro, con un fleco que recaía sobre su frente hasta la nariz y acostumbraba a tapar sus ojos, tenia una nariz circular y pequeña, con labios carnosos, sobretodo el inferior, ojos color miel oscuros y ojeras que resaltaban por su severidad.

"—¡Matt! Pareces un zombie con tantas ojeras!"

Era lo que siempre le decía su madre a modo de chiste, aunque por dentro siempre lo hacía sentir algo mal, no es como si tuviera una autoestima altísima, pero había veces que, se miraba en el espejo, y decía, "Fua, que pimpollo más guapo" y cada vez que recibía ese tipo de comentarios, aunque no fuera con esa intención, reventaban su burbuja, una burbuja dónde, aunque sea por momentos, se sentía bien.

Aunque el nunca lo diga, siempre quiso ser como su hermano, un chico rodeado de chicas, con muchos amigos y una presencia en redes sociales.

Si, era un estereotipo, era machista o lo que quieran, pero era algo que una persona como Matt, aunque nunca admita, anhelaba.

we think too much.

¡Hey! Perdón por hacer este capítulo tan corto, pero quiero que lo tomen como un prologo para después, introducir el argumento principal

Esperen al siguiente capítulo!

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