Muchos (o no tantos) one shots de Kirishima x Kaminari situados en distintos universos :D Como en todas mis historias, los personajes hablan con voseo rioplatense :)
Más info adentro ;)
Día 1: 22 de febrero - Amigos de la infancia/Pro héroes
Día 2...
Kirishima llegó al hospital con su sobrina Akane, ese día tenía turno con el pediatra, su hermano era el encargado de llevarla, pero tuvo un retraso debido a un problema con el auto y le pidió el favor de llevarla para no perder el turno. Él accedió a llevarla, siempre y cuando le devolviera el favor. Así que ahí estaban los dos en la sala de espera, charlando sobre un episodio de Los jóvenes titanes en acción. –Mira tío, ese es mi doctor –dijo la pequeña señalando a alguien que estaba detrás de Eijiro, que se dio vuelta para ver quién era, aunque en un rato lo iban a ver. Si el doctor de Akane era así de lindo, vendría más seguido a sus citas médicas. El hombre se veía joven, muy lindo, quizás de la edad de él, y tenía un aura de confianza mientras hablaba, que hacía que se vea sexy. Antes de que se dé cuenta que se lo estaba comiendo con la mirada se dio vuelta y siguió hablando con su sobrina.
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Finalmente les tocó pasar, el mismo doctor los llamó. A Kirishima le pareció que el médico lo miró de una manera intensa mientras entraban al consultorio, pero supuso que era una sensación. Se sentaron en las sillas que estaban frente al escritorio. –¿Cómo estás Akane? –Muy bien. –¿Con quién viniste hoy? –Con mi tío Eijiro –respondió la pequeña muy alegre. –Mi papá no pudo venir, se le rompió el auto. –Mucho gusto, soy Kaminari Denki –le dijo a Eijiro mientras extendía su mano por encima del escritorio y le sonreía de manera ¿coqueta? ¿Acaso estaba viendo bien? –Mucho gusto, Kirishima Eijiro. –Se sintió un poco tonto al presentarse, dado que su sobrina lo había hecho por él, pero cuando Denki agrandó su sonrisa mientras todavía tenía su mano, no pude evitar sonrojarse y retiró la mano lentamente, avergonzado por su reacción.
El doctor comenzó a hacer algunas preguntas de rutina, que a veces contestaba Akane y a veces Eijiro, cada vez que hablaba este último, el médico le sonreía ¿Por qué sonreía tanto? Lo estaba poniendo nervioso. Luego de las preguntas, procedió a pesar y medir a la pequeña. El consultorio no era muy grande, tenía el espacio justo para un escritorio con las sillas, la balanza y un estante con muestras médicas, y otros elementos que se usan en las consultas médicas como algodón y alcohol. Debido al espacio reducido, no había mucho lugar donde mantenerse de pie, por lo que Kirishima se quedó parado cerca de una silla, a un costado de la balanza, pero hacia atrás. Ya que estaba tan cerca del pediatra comenzó a observarlo mientras movía las pesitas y luego extendía una vara de la parte posterior de la balanza y la acercaba a la cabeza de su sobrina, ¿acaso esa cosa tenía un compartimiento secreto? Estaba muy concentrado tratando de encontrar el escondite del tallímetro, que dejó de prestarle atención al doctor, por eso se sorprendió cuando este se dio vuelta de golpe y quedó muy cerca de su rostro. De cerca se veía aún más lindo y sus ojos color topacio parecían lo más hermoso que había visto en su vida.
–Ah, perdón, no te vi –le dijo con diversión en su voz mientras lo miraba a los ojos– Kirishima sintió como sus mejillas se ponían rojas, otra vez. Sin dejar de mirarlo, extendió la mano hacia el escritorio y agarró la ficha donde tenía la historia clínica de Akane. Luego, para fortuna de Eijiro, dejó de mirarlo y dio la vuelta para sentarse en su silla. Ya no tenía dudas, el tipo estaba coqueteando con él. De repente se acordó de su sobrina, ella parecía ajena a todo, estaba agachada, atando los cordones de sus zapatillas. Un momento después, los dos estaban sentados, esperando las últimas indicaciones.
