KiriKami AU Week 2021

Día 4 - Alien

Quirless. Incluye un poco de ooc.

Llevaba un mes y poco más viviendo con esa extraña criatura que apareció en el patio de su casa. Podría pasar como humano si no fuera por esos cuernitos en su cabeza, cada vez que salían tenía que usar un gorro para ocultarlos; la sombra azul alrededor de los ojos podía pasar como maquillaje. Otra cosa extraña era que tenía un superpoder, podía crear electricidad, lo descubrió por las malas el día que lo encontró, el maldito lo había electrocutado. Y pensar que él se había acercado con cuidado, preguntándole si estaba bien, (a pesar de que era un desconocido que se había metido en su casa), ya que se notaba que estaba lastimado. Luego de atacarlo, se metió a la casa y se escondió en el interior de un armario.

Definitivamente no era humano. ¿Acaso sería un experimento secreto del gobierno? ¿Un alienígena? Si ese fuera el caso, ¿debería esconderlo y protegerlo? No, no. El infeliz quiso asesinarlo al momento de haber cruzado miradas, debía avisar a la policía. Pero cuando lo encontró acurrucado y con cara de pánico adentro del armario, no tuvo corazón para entregarlo. Se mantuvo alejado por precaución e intentó comunicarse con la criatura extraña, pero no entendía el idioma. Ese día se había resignado y decidió dejarlo solo un rato hasta que se calme, en algún momento saldría.

Pasaron varios días y el chico con poderes eléctricos no se iba, necesitaba un nombre si iba a quedarse, lo bautizó como Denki. Luego señalándose a sí mismo le dijo Kirishima Eijiro, lo señaló a él y le dijo Denki. Dándole a entender que esos eran sus nombres. Al parecer al rubio de cuernitos le gustó porque sonrió, Eijiro le devolvió la sonrisa.
De a poco empezaban a llevarse mejor, incluso Denki mostraba interés en aprender el idioma.

En ese tiempo que pasaron viviendo juntos, Eijiro sentía que estaba criando a un bebé grandote, tenía que enseñarle a hablar, a usar los cubiertos, a comportarse en público. Incluso tuvo que enseñarle a bañarse, cosa que lo había avergonzado muchísimo, ya que Denki no era ningún bebé.

Una noche de verano estaban en el patio tomando gaseosa y disfrutando el fresco. Las estrellas casi no se veían por las luces de la ciudad, aún así Denki miraba el cielo con tanta ilusión que parecía que podía ver hasta lo imposible.

Ese día había sido un desastre. La máquina selladora de latas de la fábrica donde trabajaba se había roto, y las latas quedaron mal selladas. Lo malo fue que nadie se dio cuenta hasta que se efectuó el control de calidad. Toda la producción de ese día se había perdido. Quería llegar a su casa, comer algo rico y relajarse mirando una película. Pero Denki tenía otros planes, en algún momento mientras él estaba ausente había salido a pasear por la zona, con su gorro por supuesto, y había vuelto con una gata de tres colores que evidentemente estaba embarazada, eso o se había comido un melón entero.

–No.
–Eiji, por favor.
–No. Y no me digas Eiji. –Denki puso cara de perrito mojado abandonado en la ruta, mientras sostenía a la gata. Kirishima soltó un suspiro de cansancio. Ese día había sido un desastre sin dudas.
–Está bien, pero solo hasta que tenga cría. –A Denki se le iluminó la carita, soltó a la gata y lo abrazó emocionado y agradecido. Eijiro se puso colorado, Denki no hablaba demasiado, pero le gustaba mucho el contacto físico, aunque él todavía no se acostumbraba.
–Si se va a quedar hay que ponerle un nombre –le dijo el pelirrojo después del abrazo.
–Diana –dijo con ternura mientras acariciaba a la gata.
Kirishima volvió a suspirar, tendría que enseñarle a cuidar al animal.

Una semana después, Diana dio a luz a tres gatitos, uno blanco, uno negro y otro naranja. Como si cada uno hubiera nacido de una mancha de su mamá.
Denki estaba fascinado con los bebés, tal parecía que era la primera vez que veía gatitos recién nacidos. Eijiro también estaba feliz. Se había encariñado con la gata, que resultó ser muy mimosa, y las pequeñas pelusas eran adorables. Se sentía como si Denki, Diana, las pelusitas y él fueran una familia.
Tiempo atrás no había pedido nada parecido a esto, pero ahora lo único que quería era pasar sus días con ellos. Quizás podrían conservar a los gatitos después de todo.
Seguía sin saber si Denki era humano, alien o un experimento del gobierno, ¿pero acaso eso importaba?

Hola. Ok, no sé qué es esto. No tenía idea qué escribir, solo sabía que no quería que Kiri y Kami se conozcan desde cero otra vez, tal como hice en los días anteriores. Quería que la historia arranque con ellos siendo amigos o novios, o lo que sea. Pero si Denki es un alien, ¿cómo podía incorporar ese gran detalle a la historia? La cosa fue que me senté, abrí el Word y empecé a escribir lo que saliera. Este fue el resultado. No es wow, pero estoy conforme.

Estuve a punto de poner un final triste, donde Denki desaparecía tal como había llegado, así de la nada. Y Kiri bebé sufría en soledad, pero no puedo hacer infeliz a mi tiburoncito, no puedo. Así que lo dejé ahí, con un final abierto, pero feliz. Por cierto, Diana es el nombre de la gatita de Alicia de Alicia en el país de las Maravillas, pequeña referencia tan pequeña que ni se nota jaja. 

Este fue el día más difícil hasta ahora, porque no me gustan los alien ni las distopías y además cero inspiración. Me decidí por el alien porque me parecía lo más fácil, no te voy a mentir. Además, encontré esta imagen de Denki y me volví a enamorar. Esa sombra azul alrededor de los ojos me vuelve lacaa 😍 Espero que te haya gustado, perdón por los errores de siempre 🙈 Nos vemos mañana.