IV- ¿Por qué me sigues?

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Cuando los gnomos se enteraron que había llegado un nuevo niño a este asqueroso lugar, no sabían si tener miedo, alegrarse o preocuparse, Seven no era de agradarle mucho las visitas indeseadas todo por lo que les costó seguir hasta aquí, luchar contra los chefs fue el verdadero reto, pero ahora debían vigilar de cerca a ese chico con sombrero extraño, ningún gnomo le comentó a Seven que Mono llegó.

En ese tiempo todo fue tranquilo para ellos, podían ser libres, jugar, dibujar sin tener que huir, aún buscaban la manera de volver a ser niños pero casi era imposible.

Seven noto rápidamente que los pequeños gnomos estaban agitados, escurridizos, no se quedaban cerca de él, esto lo preocupaba.

"Alguien llegó a las fauses" soltó un gnomo, para nada se lo tomó a bien, podría ser de nuevo Six o aún peor algún adulto, decidió por si mismo averiguar, no dejaban de hablar si que estaban agitados.

"Llego un niño","Es algo alto","¿Cómo llego aquí?","Pobrecito tiene hambre", apesar de soltar solo sonidos que no formaban esas oraciones, se entendían perfectamente entre sí, Seven decidió ir a ver que pasaba.

-- Hey -- eso escucho, asomo su cabeza de la estantería de la cocina para ver a Mono intentando acercarse a un gnomo, y lo abrazo.

Parecía que solo eso quería, el gnomo para agradecerle le entregó una salchicha que el niño del sombrero gustoso acepto para comer.

Aunque no sabía que hacer o como reaccionar, ese simple gesto le hizo saber que hostil no era, curioso se acercó a la escena, pidiendo al gnomo que vaya con los demás a descansar, ya caía la noche y Mono decidió buscar donde descansar.

El niño notó rápidamente que era seguido por un gnomo era algo más alto que los otros que había visto y más tranquilo, que frenó y se agachó para estar a la altura de este.

-- Hi -- saludo con un susurro, Seven se acercó un poco siendo recibido por un abrazo de Mono, este bajo al pequeño buscando ganar su confianza para luego seguir avanzando, quería un sitio cálido para descansar, hacia algo de frío aquí.

Mientras este recorría las zonas iluminadas, más frío hacia, Mono noto que el Gnomo jamás dejó de seguirlo incluso intentaba estar al par de la caminata de él, eso le dio gracia, solo frenó para agarrar de nuevo a ese "cabezon", camino cargando al gnomo en sus brazos y allí llegó a una palanca donde la puerta se abría detrás de esta se escuchaba sonidos típicos de esas criaturas de sombrero de punta.

Bajo al pequeño para buscar una caja para empujarla y así abrir la puerta, pero el Gnomo señala y hacia bulla llamando la atención de Mono, este miro tras su cabello a la criatura intentando saltar para alcanzar la palanca.

Decidió usar la maniobra que aprendió, junto sus manos para hacer escalón así impulsar al gnomo a la palanca y lo logró, cuando se abrió la puerta, Mono ingresó, era cálido, la zona de Caldera era perfecta para mantenerse cálido por las noches, había colchones esparcidos por el suelo que hacía aún más cómodo dormir, se alejó de todos los gnomos evitando asustarlos y se colocó para descansar cuando ese gnomo en particular se detuvo a su lado para descansar.

-- "¿ah?,¿Por qué me sigue?" -- pensó Mono, solo sonrió para quedarse dormido en ese cálido lugar.

Cambiándolo Todo [Seven x Mono]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora