Ya no podía, tenía que terminar con sus peleas ya, últimamente Parkinson ocupa más su mente que cualquier otra cosa, tenía exámenes y cosas más importantes que hacer, ya no pasaba tanto tiempo con Ginny ni con sus amigos por estar buscándola entre clases y cuando estaba con ellos solo pensaba en como molestarla.
Miró hacia el otro extremo del comedor, estaba como si nada, sonriendo por algo que dijo Malfoy, con ese rostro sereno que pareciera que nada le importarse y esa cara de ángel que no rompía ni un plato, tan calmada y él al borde de un colapso.
Estaba decidido, esta semana la evitará, hará lo que sea para no topársela, mirarla, siquiera pensarla. Se suponía que empezó siendo algo divertido, pero todo lo que lo estaba consumiendo no le hacía ni gracia.
Y, por otro lado.
Tenía uno de los pensamientos, pensamientos inconscientes que hacemos de todo por retenerlos, porque sabes que una vez que los exteriorices, aunque sea por un momento estarán dando vueltas en tu cabeza, y te harán pensar cosas que no quieres ni debes. Quería eliminar cualquier posibilidad, aunque esta no existiera, de que Parkinson le empezara a gustar.
La semana no fue tan difícil, se enfocó en sus amigos, cuando ellos tenían cosas que hacer estaba con Ginny y uno que otro rato en la biblioteca. No le permitía a su mente empezar a divagar, solo pensaba en cosas concretas o se entretenía de una u otra manera, todo iba bien; en las clases que compartían con Slytherin se sentaba lo más cercano a la puerta y no quitaba la mirada de su pupitre. Antes de dormir leía hasta quedar rendido. Procuraba no estar tanto tiempo en los pasillos ni alzar la vista en el comedor. Podía lograrlo, solo quedaba el fin de semana, sería sencillo, estaría todo el sábado con sus amigos y el domingo con su novia, no había manera en la faz de la tierra que algo pudiera salir mal.
-Recuerden que este fin de semana habrá visita a Hogsmeade-
Maldita sea, maldita sea, maldita sea.
-Tendrán que traer los permisos firmados por sus padres de lo contrario se quedarán aquí-
La escuela estaba casi desértica, por un momento pensó en escapar de nuevo con su capa, pero el estar solo en la escuela sin peligro de encontrarse con nadie resultó una idea atrayente, quién sabe en cuanto tiempo podría vagar tan libremente. Dio un largo paseo, comió tranquilamente en el gran comedor, sin miedo a alzar la mirada y... ¿apenas media hora? Este sería un día largo.
Caminaba en modo mecánico, preguntándose que estarán haciendo sus amigos en estos momentos y si le traerían algo del pueblo, una rana de chocolate sonaba bien. Se pasó la mano por la cara con cansancio. No se le ocurría otra cosa en que pensar para que ella no se le viniera a la mente. Tal vez después de todo si tendrá que escabullirse usando su capa.
-Con la novedad de que a San Potter no le cumplieron su capricho- Y ahí entre toda la gente que se pudo quedar en un castillo tan grande con cientos de habitaciones y pasillos estaba ella, con un saco negro, el cabello recogido en un chongo, la nariz roja por el frio y ese porte de elegancia que siempre la acompaña- Al parecer puedes destruir Hogwarts las veces que quieras pero se ponen estrictos con un permiso para visitar un simple pueblo-
-No estoy de humor, ve a succionarle el veneno a alguien más- solo vete, déjala ahí e imagina que esto nunca pasó- ¿Y tú por qué no fuiste? – Bien hecho.
-La pregunta es por qué todo el mundo quiere ir a ese lugar sin clase-
-Eres una amargada- Pansy hizo una media sonrisa.
-Pensé que ya no ibas a molestar más- se cruzó de brazos- ¿La mini comadreja se puso celosa de que me pusieras más atención mí?
-Al parecer te afectó mucho que no haya estado contigo-
-Pero de una manera positiva, como si me quitaran un peso de encina- Harry volteó a ver hacia los lados
- ¿Y tus mascotas? –
-Eso mismo iba a preguntarte, se supone que son tus amigos, deberían estar contigo-
-Tú también estas sola-
-Pero porque no quise ir, tú estás aquí porque no tienes otra opción, al menos uno de tus títeres se debió quedar contigo, no vaya a ser que causes otro problema-
-Me estoy cansando de esto, así que, con tu permiso, espero no verte pronto-
Harry iba a empezar a caminar, pero Pansy le cerró el paso.
- ¿En serio? ¿Justo ahora? – Pansy alzó los hombros
-Nunca hay que desperdiciar la oportunidad de molestar a un Gryffindor, y más a un asqueroso mestizo-
Tenía que haber algo muy malo en él, porque su mayor temor de la semana se hizo realidad, y lo peor es que no quería irse porque no sabía en cuanto tiempo estaría de nuevo frente a esos ojos verdes, todo lo que quiso evitar pasó y odió con todas sus entrañas que ese fuera el mejor momento de su semana. Ese pensamiento que tanto lo atemorizaba al fin salió, y no se iba a detener hasta que hiciera algo, porque por alguna razón le gustaba Parkinson.
-Hola Harry, te trajimos una rana de chocolate ¿qué tal tu día? –
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Ojos negros
RomanceYa no solo les gustaba, necesitaban molestarse. Necesitaban hacerlo lo más pronto posible para volver a ver tornarse sus ojos esmeralda en unos ojos negros llenos furia.