𝒮𝒽𝒾𝓃𝑔𝑒𝓀𝒾 𝓃𝑜 𝒦𝓎𝑜𝒿𝒾𝓃 || Ｏｎｅ－ｓｈｏｔｓ

𝕄𝕒𝕣𝕔𝕠 𝔹𝕠𝕕𝕥

El día transcurría normal. Los entrenamientos desde muy temprano eran ya parte de la rutina de los reclutas de la tropa 104, las comidas rápidas y el cansancio de la tarde parecía de lo más normal después de un año y medio.

Lo que también formaba parte de la vida cotidiana de los cadetes, era la convivencia que tenían entre compañeros. Todos parecían llevarse bien y eso era agradable.

Ese día parecía más tranquilo de lo habitual. El entrenamiento había terminado un poco antes y los cadetes se dirigían a sus habitaciones a prepararse para la cena.

Como era costumbre, Jean y Marco se reunían para conversar en el camino hacia la habitación de los chicos.

— ¡Qué buena suerte te cargas hoy, galán! — le dijo Jean al chico pecoso a modo de burla —No cualquiera tiene el privilegio de entrenar con la chica que le gusta. Mejor aún, terminar con el mejor puntaje en el ejercicio—

—Jean, baja la voz. Puede escucharte— respondió Marco sonrojado mientras veía a la distancia a la chica de la cual hablaban.

El joven de lindas pecas había desarrollado sentimientos hacia una compañera suya con la que había empezado a hablar gracias a una de las peleas comunes entre su amigo y Eren pues ambos habían intervenido para separar a los dos chicos antes de que el instructor se enterara de la discusión. Al final, la chica comenzó a convivir más con ellos, sentándose en la misma mesa en la hora de comer y reuniéndose en los equipos de entrenamiento.

Él bien sabía que la chica no iba a corresponderle, al menos eso era lo que pensaba. Ella siempre había demostrado que sólo estaba centrada en los entrenamientos y que, a pesar de llevarse bien con todos sus compañeros, no estaba realmente interesada en establecer un lazo más personal con ninguno de ellos. Sin embargo, Marco llegaba a pensar que la joven comenzaba a interesarse en Eren pues se llevaban bastante bien y se habían vuelto más cercanos.

━━━━━━✧❃✧━━━━━━

La hora de la cena había llegado y se manifestaba en el comedor con el ruido que hacían los reclutas.

Eren venía hablando con cierta chica que parecía muy divertida con la conversación hasta que vio al joven de pecas y cabello negro.

—Mira quien está ahí— comentó Eren mientras le daba un codazo a la chica a su lado.

—Ya lo vi, tonto— ella le regresó el empujón a su amigo y una idea extraña cruzó por la mente del castaño.

Frente a las escaleras del comedor estaban Jean y Marco, el segundo claramente observaba entrar a la chica que le robaba suspiros.

Ella bajaba tranquilamente por delante de su amigo, sin embargo, llegando al final de los escalones, Eren empujó a la chica a propósito, haciendo que esta chocara con Marco que ya estaba abajo.

Como si se hubiesen puesto de acuerdo, Jean también empujó a Marco para que tuviera mayor cercanía con la chica.

—Lo siento. No quería...— no pudo terminar la oración cuando Eren volvió a empujarla haciendo que su rostro y el de Marco quedaran demasiado cerca, lo que hizo sonrojar a ambos.

Jean imitó la acción del castaño pero con mayor fuerza, logrando que los cuerpos de ambos chicos se apegaran demasiado y de una forma muy poco prudente aun cuando Marco trató de imponer distancia para que esto no sucediera.

Antes de que los otros chicos volvieran a empujarlos, la joven se volteó con molestia hacia Eren y ahora fue ella quien arremetió contra él.

—¿Qué demonios haces?— reclamó enojada.