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Pequeños escenarios e historias de "personajexlectora" dedicadas a los chicos de Shingeki no Kyojin.
Que esta obra sea nuestro refugio de los acontecimientos del anime y manga...
Aún cuando Shingeki no Kyojin termine, seguirá siendo m...
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Feliz cumpleaños, Jean
Después de la recuperación del muro María, el cuartel de la legión dejó de frecuentarse y los pocos soldados que habían regresado decidieron establecerse en un lugar independiente, además de que su salario actual les permitía rentar e incluso comprar alguna casa o cabaña pequeña en el lugar que fuese de su agrado.
Jean tenía pensado vivir en el interior del muro Sina, además de que había recibido una interesante oferta para adquirir una pequeña propiedad en un distrito bastante agradable. Sin embargo, su madre le insistió tanto en que regresara a vivir con ella, que terminó por convencerlo al final. Aún así, no todo era malo, pues estando en Trost podría frecuentar a sus amigos que también residían en los distritos cercanos en el muro Rose.
A pesar de todo, se sentía bien. Su vida había cambiado bastante y podía ver lo mucho que había crecido como persona y todo lo que había logrado como soldado... Se sentía orgulloso de él mismo.
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La madre de Jean tocó la puerta de su habitación, no había perdido esa costumbre pero a él ya no le molestaba de la misma forma que antes.
—Jeanbo, hay una chica que te busca— habló la mujer del otro lado de la puerta anunciando a la visita.
Jean se removió en su asiento frente a la pequeña mesa que tenía la función de escritorio y se talló la cara despejándose del trabajo antes de salir a recibir a su visita que, hasta ahora, no sabía de quién se trataba. Por lo que dijo su madre, supuso que sería Sasha, aunque le parecía raro que fuera sola y no con Connie como era costumbre. Sonrió para si mismo cuando la idea de la chica en cuestión fuera Mikasa cruzó por su mente, sería un completo milagro que eso ocurriera.
Bajó las pequeñas escaleras que conducían a su comedor para encontrar a su amiga sentada en una de las sillas, ya con una taza de café enfrente y hablando alegremente con su madre.
—Hola, (T/N)—
—Buenas noches, bello durmiente— bromeó la chica, así como acostumbraban bromear siempre entre ellos.
—Para que lo sepas, he estado trabajando desde temprano— dijo Jean acercándose a saludarla.
—¿Quién en su sano juicio trabaja en su cumpleaños?—
