El cataclismo de mi vida

242 15 16
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pov por Iris

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pov por Iris

Rose no llevaba ni diez minutos sola, cuando escuche un grito en el baño. Todos en la casa la escucharon. Al entrar la encontré inconsciente en el suelo revisé su cabeza asegurándome de que no se había lastimado, pero su tía prefirió llamar a una ambulancia y que revisaran que todo estaba bien.

Se desmayo.

Despertó y se negó a ir de nuevo al hospital. Mando a los paramédicos fuera de la habitación quedándose en la cama, con la mirada perdida y muda. Vendería lo que me queda de alma para saber qué es lo que pasa por su cabeza. No se levantaba de la cama a menos que fuera para ir al baño o ver por la ventana. Me daba la espalda todas las noches y volteaba su rostro cuando intentaba besarla.

La sentía despertar en la madrugada. Daba vueltas sin parar en la cama. Se levantaba, salía de la habitación, caminaba por la casa sin sentido alguno. Y una noche, Anne la encontró. Le ofreció un té de manzanilla mientras entablaban una corta conversación que alcance a escuchar:

—¿Por qué?

Anne no comprendió. Lo que obligo a Rose a reformular su pregunta.

—¿Por qué trajiste a mi padre? ¿Por qué me hiciste eso, mamá?

Necesitaba mirar el rostro de Anne, sé que después de eso Rose la echaría de la casa quedando solas. Me incline un poco, lo suficiente para ver el salón y lo justo para quedar oculta entre las sombras.

—Pensé que te había perdido. Pensé que atravesaría el dolor más grande de una madre, perder un hijo. Pensé... Pensé que lo correcto en ese momento, sería que tu padre estuviera allí. A tu lado. Pensé...

—Pensaste mal. —Concluyo Rose—. A él no le importa si vivo o muero. Te aseguro que no sabía que ambos estábamos en el mismo planeta. Trajiste a mi vida a la última persona que quería cerca.

—¡Es tu padre!

—¡No! No lo es. Solo salí de sus pelotas y nada más. No por eso es mi padre. Un padre puede ser cualquiera, mamá. Yo...

Efecto Mariposa. [L]GTB  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora