Elemental querido lector - Parte 2

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La mujer que intentó seducirme

El amor es una desventaja peligrosa.

Siempre lo dije, siempre.

Creí que ella había cambiado mi definición sobre el significado que le daba al amor, pero de alguna forma no fue así.

Era manipuladora, cruel, egoísta, dominante, dominatrix.. pero también débil, confusa, utilizada..

Al final no era más que eso, una mujer insegura con muchas ambiciones y sin saber cómo adquirirlas se dejaba arrastrar y someter por poderes mayores.

Irene, Irene Adler.

Pensaba que era estúpido, que podría engañarme.

Obviamente se equivocaba de hombre, otro quizá se hubiera dejado llevar, hubiera permitido que se divirtieran a su costa pero el juego se volvió contra ella.

Le tomé el pulso, le miré a los ojos y vi que no era una enorme pantera dispuesta a devorar mis entrañas, sino que más bien parecía un cachorro de gato.

Todos sabemos cómo son los gatos, van por ahí creyendo que son mejores que cualquier otro animal, caminando como si nada pudiera tocarles, sintiéndose superiores.

Bien, Irene Adler era una gata. Una gata en el centro de la carretera, y yo fui por unos instantes una furgoneta conducida por un borracho a más de cien kilómetros por hora.

Pero.. que en los últimos segundos, mientras la gata permanece totalmente ciefa por la luz de los faros, giró bruscamente y le salvó la vida.

Lecciones

Si tuviera que hablar de todas las personas que han sido importantes, o por lo menos significativas para que mi vida fuera la que es ahora, creo que ahí acabaría la lista. Bueno, sin contar a Molly o Lestrade.

La policía no consulta a aficionados.

Esa frase siempre me hace reír, John ha sido siempre tan inocente. Por puesto que yo no era un aficionado. La policía siempre anda perdida y ahí es donde yo entraba.

La gente se pasa la vida subestimando a los demás, no deberían. Nunca se debería subestimar a nadie. Y os preguntaréis por qué, pues.. porque siempre te pueden sorprender.

Cualquiera.

Un día 'piensas que ese vecino del primero que siempre lleva la ropa sin planchar y que siempre olvida las llaves de casa en la cómoda de la entrada es un necio, y resulta que es licenciado en física cuántica, o el niño que siempre te robaba el periódico por las mañanas, va a la residencia a leerle libros a los ancianos, pero iré más allá..

Quizás esa mujer de la casa de enfrente, que te saluda todos los días con una sonrisa de oreja a oreja, que habla con todo el vecindario y que va todos los domingos a la iglesia, quizá esa señora tan "perfecta" haya asesinado a su esposo, y lo haya enterrado en el jardín trasero, o quizá esté maltratando a su hijo con síndrome de Down por no ser el hijo que ella deseaba tener..

Nunca subestiméis a nadie, porque incluso la mejor persona que conozcáis, la más educada e inocente, podría ser un asesino en serie.

Recordad, no sólo las apariencias engañan, los estereotipos también.

La mujer que me amó

Molly Hooper.

No, no podría olvidarla, ni dejarla atrás.

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