Elemental querido lector

Parte 3 - Elemental querido lector

El sentimiento de muerte

"Estaba muy solo y te debo mucho"

Aquellas palabras hicieron que por un instante mi corazón se detuviera. Se encogió, se volvió vulnerable tan solo por una milésima, pero eso fue suficiente.

Yo también había estado tan solo..

Jamás había sentido que tenía amigos, pero ese momento fue diferente.

Aunque para ser honesto, tampoco tenía amigos por aquel entonces. Sólo uno. John.

Ese pequeño Pepito grillo siempre intentando ser la voz de mi conciencia. Intentando que hiciera lo correcto..

Excepto aquella vez.

Aquella vez tuve que mentir a John. Tuve que decirle que yo había creado a aquel monstruo, que Richard Brook era real. Decirle que era un farsante y lanzarme al vacío con todo.

A pesar de todo, él creyó en mis palabras. Fue el primero en creer que Moriarty era real, en mí, y yo simplemente hice realidad su milagro..

"Un último milagro, Sherlock, por mí.. Por favor.. No.. estés.. muerto.."

No lo estuve. Y aunque lo hubiera estado, jamás hubiera estado siempre habría vivido en la mente de John, porque nuestra amistad era mucho más fuerte que todo aquel desastre.

Porque ambos estábamos muy solos y nos debemos mucho.

Error humano

Cuanto me había enseñado Charles Augustus Magnussen, ese cínico ser.

Todos tenemos un punto débil, y ese punto débil siempre es una persona, la persona que más quieres. Porque siempre hay alguien que se quiere por encima de todos los demás.

Magnussen quería tener a su disposición a Mycroft, el punto débil de Mycroft era yo, mi punto débil, John, el de John, Mary, por lo tanto teniendo a Mary, podía tener a Mycroft. Así de simple.

Es extraño como hay siempre alguien que te hace sentir querido, que a pesar de todo sigue ahí, que se preocupa por ti, que te aprecia, pero aún así esa persona tiene otro punto débil que no eres tú.

¿Por qué? Jamás lo supe, supongo que a veces somos demasiado fáciles de sustituir, o somos demasiado difíciles para los demás.

El amor, esa gran desventaja, esa gran debilidad del mundo. Siempre que ames a alguien, siempre podrán hacerte daño, por eso yo evité amar, para no sentir miedo a la perdida, al abandono.. para no sufrir.

Qué cierto es que nos volvemos tan duros con los años que acabamos siendo piedra. Algunas personas acaban siendo sólo eso, piedras. Otros son diamantes sin saberlo, que a pesar de ser duros, mucho más duros que las piedras, son frágiles. Tan frágiles que ponen en sus hombros el peso del mundo, y tan fuertes que pueden soportarlo.

Parte 1, por John.

Un nuevo amigo

Vaya.. Nunca había escrito sobre mí, ni sobre Sherlock, bueno.. nunca fuera del blog.. No sé por donde empezar..

Veamos.. Sherlock, sí.. No es humano, aunque es algo que se puede ver a simple vista.

Cuando le conocí pensé que jamás podría entender a alguien así, demasiado maniático y asocial. Pero me quedé, no porque fuera un genio, ni de lejos fue por eso, sino por su gran corazón, su enorme corazón recubierto de una gran capa de hielo.

Nunca entendí bien por qué se ocultaba, por qué no confiaba en nadie, ni quería sentir.. Quizás era más humano que todos nosotros y en aquel momento no lo supe.

Cuidó de mí como se cuida de un hermano, no sé qué más decir de él. Él solito siempre ha sido experto en definirse sin ningún tipo de ayuda.

El extravagante y escandaloso, Sherlock Holmes

Sabía cómo llamar la atención sin ridiculizarse. Cierto es.. que no era un perfecto compañero de piso, pero era el mejor, no lo hubiera cambiado por ningún otro.. A pesar del desorden, de las discusiones, de los tiros, de sus ataques ansiosos de aburrimiento, de todo.

A pesar de todo el dolor que sentí en la guerra, ese hombre pudo cerrar aquellas heridas con confianza y fidelidad.. Me dio una razón para empezar de cero a vivir, y eso es algo que no olvidaré nunca.

Parte 2, por John

El ridículo de Reichenbach (La caída de Reichenbach)

Cuando Sherlock "murió" tuve mucho miedo. Me encontré muy solo de nuevo y pensé que el mundo se me iba a venir encima.

Solía ir a visitar su tumba para contarle alguna que otra novedad, aunque él realmente no estuviera allí.

Con el tiempo conocí a Mary, eso me hizo de alguna manera, echar menos de menos a Sherlock. Era la compañera perfecta, desde el primer momento supe que me iba a casar con esa mujer.

Meses después la llevé a cenar para pedirle matrimonio.. pero un inconveniente en forma de persona, de hombre, de ser asocial, de Sherlock, apareció, y lo fastidió todo.

Él esperaba que fuera a lanzarme a sus brazos, que llorara de emoción y júbilo o algo así.

No, ni por asomo. Le solté un puñetazo que cayó al suelo.

No me malinterpretéis, por supuesto que me alegraba de verle, pero.. ¿FINGES TU MUERTE Y TE APARECES DISFRAZADO DE CAMARERO JUSTO CUANDO VOY A PROMETERME? ¿ESTÁS BROMEANDO?

Dos años, dos eternos años sin ti, Sherlock.

Mary estaba algo desconcertada, pero no tanto como esperaba ante tal situación.

Sé que fingió su muerte por protegernos, pero.. Ni una carta, ni una llamada, nada.

Me pasé esos dos años quedando la mayoría de tardes con Mycroft, su hermano. Tomábamos el té, y de alguna forma era lo único que me quedaba de Sherlock, aparte del apartamento, pero desde su muerte no volví a vivir allí.

Aunque por fuera me mostrara una mueca de desilusión, sé que por dentro mi presencia le aliviaba el dolor. No sabéis la tranquilidad que da saber que alguien tan importante esté vivo,

Estúpido Holmes, cuanto había llorado en vano, pero mereció la pena por volver a verle, porque estuviera de nuevo a mi lado. Resolviendo casos juntos, como en los viejos tiempos..