Volver de nuevo al futuro (Marty McFly & Tu)

[5] Viejas costumbres

—¡Qué lindo vestido!, Me gustan los vestidos de esta época, tan adornados y con vuelo, ¿Tú qué opinas Marty?— lo miré mientras el veía hacia su chaqueta acomodandola

—Pues la verdad la ropa de hombre es un poco...— me miraba con una expresión que no pude deducir, se quedó a media palabra con la boca un poco abierta y miraba mi vestido

—¿Pasa algo malo?, ¿Muy floreado?— me rasqué la cabeza mirando igual el vestido

—No, no... Te queda muy bien— apartó la vista con una risa

—Mmm...

Más tarde habíamos llegado a la escuela de Hill Valley, ¿Cuántos años tiene está antigüedad?, Yo aún estudio aquí.

—Ohh, limpiaron muy bien este lugar,  parece nuevo— dijo Marty bromista

—Imaginate, en mi tiempo aún sigue funcionando y existiendo, mi sorpresa es aún mayor viendo el edificio tan... De su color— reí

—Marty, recuerdo que según mi teoría interferiste en el primer encuentro de tus padres, si no se encuentran, no se enamorarán, no se casarán y no tendrán hijos, tu hermano mayor está desapareciendo de esa fotografía, tu hermana seguirá, y a menos de que repares el daño tu serás el siguiente— dijo el Doctor

—Eso suena demasiado pesado— contesto Marty

—¿Pesado?, Que expresión tan boomer— saqué la lengua

—¿Que demonios es boomer?

Entramos en la escuela, justo en el momento donde sonó la chicharra y todos los estudiantes salían de los salones.

—¿Cuál es tu padre?

—Es ese joven...— señaló al pobre enclenque que venían pateando y burlándose de él

—Yo pienso que fuiste adoptado— dijimos el Doctor y yo al mismo tiempo

—¡McFly!— llamó la atención un profesor al padre de Marty

—¡Strickland!... ¿Ese viejo nunca tuvo cabello?— alcé una ceja mirando al de mi lado

—¡Comportarte, eres un holgazán!, ¿Quieres ser un holgazán el resto de tu vida?— le quitó unos papeles que traía pegados en la espalda y luego se fue

—¿Que le vería tu madre a ese sujeto?

—Ah, no lo sé... Creo que sintió lastima por el porque su padre lo arrolló con el auto...

—¿Uh?

—Me arrolló a mi con el auto...

—Es el síndrome de Florence Nightingale, sucede en los hospitales cuando las enfermeras se enamoran de sus pacientes— le dió una palmada en la espalda a Marty —¡Actúa muchacho!

—Vamos— dije entusiasmada

—Un segundo jovencita, si piensas ayudar a Marty será mejor que mantengas tu margen, puede resultar esto en una catástrofe aún peor— el Doctor me tomó del hombro

—Pero quiero ayudar, no solo quiero hablar con este tonto— lo señalé

—¡Oye!

—Ten mucho cuidado con lo que haces, puedes ayudarle pero te lo advierto, cada palabra, movimiento y acción tienen consecuencias, será mejor que elijas lo correcto, ¡vayan ya!— nos empujó a ambos

Marty se adelantó y lo ayudó a levantar uno de sus libros, yo también recogí algunos que terminaron más lejos.

—¡Hey, George!, Amigo, te he estado buscando por todas parte, ¿Me has olvidado?— le di los libros a George y me miró un poco intrigado, pero Marty rápidamente lo levanto y abrazó por el hombro —soy el que te salvó la vida