━ 𝗬𝗢𝗨 𝗡𝗘𝗩𝗘𝗥 𝗞𝗡𝗢𝗪 ᴛʀᴜᴇ Bᴇᴀᴜᴛʏ

'04.

 

 
       

Observaba con pena la mirada de desaprobación en el rostro de su progenitora. La mayor tenía lo que quedaba de su teléfono en sus manos mientras la interrogaba una y otra vez por lo sucedido, y a pesar de que Lia le contó la verdad no le creía.

-¿Cómo quieres que crea eso? Soy tú madre, ¿crees que soy lo suficientemente tonta cómo para creer eso? Si tienes novio o sales con alguien no tienes que inventar todas esas historias.- Regañó. Lia solo escuchaba sin mucho que decir. - Aunque no me gusta que te subas a esas motocicletas. Es peligroso.-

En realidad esperaba una peor reacción, contando que aquel teléfono era nuevo y no especialmente uno barato. Aunque ahora tenía que lidiar estar sin el durante un tiempo.

-Mamá.- Lloriqueó por decima vez. - No estoy mintiendo...- Murmuró mientras veía a la mayor mirar a el frente. Hubo un pequeño silencio hasta que la mayor suspiró y volvió a mirarla.

-No estoy molesta contigo por el teléfono, es algo material. Me preocupa que te subas a... esas cosas.- Explicó. Su rostro se encontraba más neutro.- Se te hará tarde, ve.- Señaló con su mirada la enorme construcción frente a ella. Lia obedeció y abrió la puerta mientras colocaba su mochila en su espalda. -Deja esa cara...- Exclamó levemente su madre.- Ya te dije que no estoy molesta. Corre.- Hizo un movimiento con su mano.- Nos vemos en la casa.- La menor asintió viendo el auto de su madre alejarse.

Comenzó a seguir el mismo camino que todos los estudiantes ahí seguían con propósito de llegar hasta su clase.

La noche anterior, cuando llegó a casa, su madre estaba dormida, pensó que probablemente no se daría cuenta de lo que pasó con su teléfono, pero evidentemente lo hizo. Aunque no estaba molesta ni tampoco había reaccionado como Lia lo esperaba.

Tener o no su teléfono no hacía mucho cambio a su vida cotidiana. Raramente hablaba por ahí con otras personas que no fueran su madre o Jukyung. Mayormente lo usaba para entretenerse. Ver algunas películas o videos e incluso escuchar música, así que no hacerlo era algo con lo que podía lidiar hasta que comprara un teléfono nuevo.

-¡Lia!- La castaña volteó en dirección a aquella voz suave. Con una sonrisa observó a Choi SooAh junto a Kang Soojin caminando hasta ella.

Así que, ¿así era tener amigos?

Cuando asistía a Yongpa pasaba gran parte del tiempo sola, a excepción de las veces en las que Jukyung se acercaba a hablarle.
Caminaba hasta su salón sola, comía sola y se sentaba sola. Lo que realmente no le molestaba, ya que prefería eso a estar cerca de Park Saemi. Aunque algunas veces pensaba en cómo se sentiría caminar con sus amigas, si las tuviera. Cómo sería salir con ellas, charlar con ellas... Y ahora, después de tanto tiempo por fin lo estaba experimentando.

-Hola.- Exclamó con un tono de voz más alegre. Soojin respondió con una sonrisa mientras SooAh tomaba su antebrazo enredandolo con el suyo.

-¿Tú madre te trae a la escuela?- Preguntó aún sin dejar de sonreír.- Las vimos a lo lejos. Tú madre es muy joven y bonita.- Alagó. Lia asintió dándole la razón. Su madre era una mujer joven y hermosa, le sorprendía cómo aún no tenía alguna pareja.

-Yo vengo de esa dirección también. Podríamos venir juntas de vez en cuando.- Explicó Soojin y Lia asintió.

-Sí, sería buena idea.- Contestó.

-Se me había olvidado que eras una alumna transferida. ¿Cómo era tú antigua escuela?- Preguntó SooAh curiosa.
La chica era bastante energética y alegre, probablemente para algunas personas era molesto, pero para Lia no. La alegría de la pelinegra se le contagiaba.