II

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Las horas que logró mantenerse despierto, tomó algunos libros del piso para entrener su mente y distraerse del dolor en sus heridas; sin conseguir perderse por completo en sus páginas volvía a leerlo una y otra vez hasta desistir o quedarse dormido

Lucas se sentía cansado, agobiado y frustrado en su posición. Pero no podía hacer nada con eso hasta que se recuperase como mínimo para ponerse de pie

Y sin qué otra cosa distraerse, Lucas se volvió odservador. Fijando parte de su atención en su única compañera

Poco a poco las horas pasaban en ese lugar, Lucas la veía desaparecer durante la noche y volver con insumos médicos robados o incluso raciones de comida; supuso que a diferencia de los otros niños ella debía ser la mayor de su grupo y por ende su existencia y la de aquel refugio era un secreto confidencial

Que por azares del destino solo él conocía, al ser su único compañero

Tn era tal y como su primera impresión la describió; callada, reservada y también astuta. Podía y sabía como conseguir comida y medicina por su cuenta, de los libros en el suelo que casi siempre eran sobre historia o literatura, había dos en particular que leía con especial atención, una y otra vez

De los cuales Lucas solo conocía uno, el de tapa verde que hablaba sobre la medicina de guerra del siglo XIX. De la cual había sacado muchos conocimientos sobre primeros auxilios, y algunos que en lo personal le parecían algo arcáicos y escalofriantes

De vez en cuando platicaban para matar el silencio cuando ella cambiaba sus vendas o le daba medicamentos, de resto era tan silenciosa que su presencia fácilmente podría traspasar la oscuridad y perderse en las sombras de la habitación sin que lo notase

Era como un fantasma

La mirada en sus ojos oscuros era algo que desconocía, no solía quitarse su capucha y al hacerlo siempre se cubría los labios con su característico pañuelo. Lucas siempre dedujo que esa cicatriz era motivo de vergüenza para la morena

Aunque él mismo podía entenderlo, al luchar con algo distinto que también lo avergonzaba

-Si quieres puedes beber directamente de la taza. No me molesta.

Indicó, al verlo fallar por quinta vez con la cuchara. El muchacho intentó sonreír de costado para disimular la pena, no podía ser que su brazo zurdo fuera tan inútil

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Capítulo II

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Capítulo II

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Había pasado una semana y Lucas recuperó algo de movilidad en las piernas, pero aún se sentía agobiado de tener que estar sentado u acostado gran parte del día. Las únicas veces que podía levantarse eran cuando quería orinar y cuando necesitaba comer

Scaяs. » Lucas ❛ TPN ❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora