XXVI

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Trece años y sus dos compañeros seguían vivos...

Pero ahí estaba su hijo, vivo, mirándole con esos grandes ojos marrones cargados de incertidumbre y rencor

Lucas jamás podría imaginar las cosas que vivió en el exterior antes de llegar de vuelta a él.

Mirando a su alrededor podía reconocer la habitación en la que Tahiel se había resguardado en la soledad de sus propios pensamientos; siendo la misma en la que años atrás él despertó cubierto por sábanas y temblando. Frente a una mujer desconocida.

El adulto se puso de pie, sin ayuda de su bastón, encaró al niño. Y arrodillándose a su altura, llevó su única mano sobre su hombro izquierdo y lo miró a los ojos durante unos cortos segundos.

Tahiel podía condenarlo, mientras que Lucas solo encontraba valor y determinación en su propia sangre.

Sin decir nada deslizó su mano detrás de la cabeza del menor para jalarlo hacia su cuerpo y abrazarlo. El chico se dejó revolver el cabello sin decir nada ni corresponder al abrazo, solo se quedó de pie confuso y alterado, dejando que las lágrimas continuaran brotando de sus ojos hasta que el hombre se atrevió a hablar

-Lo siento, Tahiel.

-... Ronan. Mi nombre es Ronan Tahiel.

Se limpió las comisuras de los ojos y también sus mejillas llenas de marcas y suciedad, luego miró a su padre

-Me alegro de conocerte. Y también lamento que haya sido en estas circunstancias... Tú y yo tal vez empezamos con el pie izquierdo. No espero que vayas a perdonarme aún, pero si me lo permites, aún hay muchas cosas que quiero saber sobre ti.

El niño se sorbió la nariz y posteriormente se limpió con el dorso de su antebrazo

-Si estás de acuerdo, claro.

Ronan dudó de responder en ese momento, pues en realidad no estaba seguro. Lucas no esperaba una respuesta de todos modos, así que solo volvió a revolver su cabello suavemente, esbozando una sonrisa que escondía once años de remordimiento detrás

—Primero salgamos de este infierno, y luego responderé a todas las preguntas que quieras hacer.

El hombre se puso de pie, admirando con terror la postura de su hijo. Lucas sabía a lo que se enfrentaban en la próxima cacería, pero Ronnan no

Fue en ése lugar y momento que su ser despertó un desagradable presentimiento, más bien un temor inevitable.

Mientras que del otro lado de la puerta, al final de la armería, un peliblanco que había visto llegar el final de aquella conversación, decidió cerrar la puerta y guardarse a si mismo todo lo que había escuchado; sintiéndose culpable además, porque en el fondo, Ronan no conocía la historia completa detrás de su padre. Pero él si

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Scaяs. » Lucas ❛ TPN ❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora