Outside the police 🦋 Haikyuu

🦋 ִֶָ 𖥔 ࣪˖ ⋆ Capitulo Tercero

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-Vuelva sano y salvo Yaku-san -Se despedía el mitad ruso cuando el más bajo estaba por entrar a la camioneta que los llevaría de vuelta a Miyagi para su próxima misión-

-Lo haré -Le dijo sonriendole y entrando junto a Kuroo. Las puertas se cerraron y la nueva sensación de adrenalina corría por sus venas. Llegarían el mismo día del ataque ya que no pudieron ir antes por falta de miembros útiles para esta ocasión, pero jamás fallarían en ayudar a unos aliados. La camioneta empezó a andar y media hora después ya estaban en ruta la ruta que los llevaría a su destino. Algo en el rostro de Morisuke le indicaba a Kuroo que no estaba del todo bien y ya se hacía una idea de porque.-

-Lev estará bien, dejé a Kai para cuidarlo -Le dijo para relajar a su amigo. La tensión en una misión como esta no era muy buena que digamos-

-No es eso... Es que -Hizo una pausa- No se.

-Te entendí y todo.

-No es tan fácil de poner en palabras, idiota - Le pegó en la frente al más alto-

-Tienes miedo de que la persona que más quieres dependa emocionalmente de tí ya que pones tu vida en peligro bastante seguido y si algo te pasa esa persona sufrirá mucho más de lo normal. Así es la dependencia emocional -Kenma les interrumpió la conversación. Y era lo que Yaku sentía. Tenía miedo de lastimar a Haiba con sus propias desgracias, porque algo dentro del ambos les decía que eran persona indicada para sus corazones-

-No esperaba eso de Kenma, pero sí. Es lo que siento, o algo parecido al menos - Apoyó su mentón en la palma de su mano mientras miraba por las ventana de la camioneta. Los árboles pasaban, unos eran mas grandes que otros y el verde de sus hojas eran diferentes, eso pequeños detalles podrían sacarte de la ansiedad antes de una misión peligrosa, por eso Morisuke le solía prestar más atención a eso que al viaje en sí-

En los pocos días que él y Lev se habían conocido entablaron una relación muy cercana. El menor era un niño todavía y nadie lo soportaba, no querían escuchar sus estúpidas preguntas cómo "¿Porque no hay comida para gatos sabor ratón?". En cambio Yaku parecía tener una paciencia infinita, sobre todo para Haiba. Sabía lo que el chico había pasado hasta llegar con ellos y aunque no era un psicólogo intuía que tenía algun tipo de transtorno de infantilismo o algo parecido que lo hacía actuar como un niño; o tal vez simplemente ocultaba sus verdaderas emociones tras ese comportamiento "estúpido". Fuera lo que fuera, el único que parecía entenderlo era Yaku Morisuke, y se había puesto a sí mismo la responsabilidad de cuidarlo y enseñarle todo lo nesecario para sobrevivir en este mundo donde ver a tus compañeros morir estaba normalizado.

-Da lo mejor de ti mismo y toma ese miedo como tu mejor aliado -Las palabras de Fukunaga sonaron en la camioneta, nadie le había entendido por lo que el silencio le dió paso a su explicación- Cuando pelees ten en mente ese miedo, no dejes que se apodere de tí y supérate a ti mismo. El miedo es un arma de doble filo, pero si aprendes a usarlo puede ser muy útil.

Nadie sabía que reponder. Cada uno estaba sacando su conclusión de eso en su cabeza, pero todos sonreían. Las palabras de Fukunaga siempre eran pocas, pero sabía como subirles el ánimo a cada uno, además tenía un sentido del humor raro y esto lograba alegrar al resto de los miembros en los momentos más tensos o tristes, sin duda un buen aliado.

Lo que quedaba del camino fue tranquilo, la nube de adrenalina y tensión se había ido dejando solo las buenas vibras del equipo. Se encontraban relajados, sabían que contaban con los otros y eso les daba confianza.