Outside the police 🦋 Haikyuu

🦋 ִֶָ 𖥔 ࣪˖ ⋆ Capitulo Dec.Cuarto

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-Atsumu vuelve la semana que viene, verdad?

-Eso espero. No estaba tan grave pero parece que vió algo que realmente le afectó psicológicamente...

-Tiene sentido... -El silencio se hizo lugar en la oficina de Shinsuke. El gemelo que se podía mantener en pie debía dar un pequeño informe, de como estaba su igual, al capitán- Bueno, no te molesto más, puedes ir a casa a descansar Samu.

-Gracias Kita-san, usted también descance...

Con pasos un tanto pesado y cansados Miya salió de la habitación para luego hacer todo el largo camino del tercer piso a la calle. Ya allí subió a su auto sin más para dirigirse a su hogar. Sentía como el mundo se le caía en pedazos pero no podía hacer nada para ayudarlo.

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-¡¿QUE MIERDA DICES ATSUMU?! POR DIOS, TE ESTAS ESCUCHANDO. SI ES UNA BROMA NO ES DIVERTIDO IDIOTA!

-No lo es. Samu no es una broma.

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Su lengua emitió un sonido de queja, algo así como un "tks" al recordar aquella conversación con su gemelo. Realmente no entendía nada, ni el por qué ni el cuando. Pero en ese momento solo se aferró a ayudar a su hermano como siempre le había hecho, decidiendo hacer como que aquella pelea núnca sucedio y olvidando la importancia que eso tenía para el caso que ahora estaban resolviendo.

Al llegar a su casa dejó caer su cabeza sobre el volante luego de estacionar. Finalmente bajo del vehículo para poder tomar una lata de cerveza y dormir sin pensamientos autodestructivos.

Le tomó mucho tiempo analizar todo y ahora no tenía ganas de una nueva pelea con se hermano por lo qeu luego de tomar la lata fue directamente a su habitación, sin verlo ni escucharlo, sin siquiera pensar que estaba ahí. Era lo mejor para ambos.

Los días pasaban y Atsumu iba mejorando de las heridas que Sakusa le había hecho para "simular que había luchado por su vida". También seguía con el papel de víctima traumatizada. Lo hacía bastante bien, su hermano cayó redondo en su historia por lo que la verdad estaba a salvo por ahora. Cubrir a su pareja era lo único que importaba en ese momento, su hermano podría perdonarlo en otro momento porque así se llevaban. Un día peleaban y al otro eran los mejores amigos del mundo, siempre fue así.

-Samu, quiero volver a trabajar...

-No puedes, a penas puedes levantarte solo para ir al baño, idiota.

-Pero quiero ayudar en el caso. Soy el forense Samu, una de las partes más importantes, no pueden seguir sin mí.

-A lo mejor, pero ahora debes curarte.

Finalmente al rubio no le quedó otra que aceptar eso y quedarse en casa de Osamu hasta poder por lo menos caminar por cuenta propia más lejos que hasta el baño.

Los días volvían a pasar con esa monotonía que los hacía ver exactamente igual al anterior, igual de gris, de aburrido, igual de horrible. Pero era lo que debía superar para volver a la rutina de siempre sin que nadie sospechara de él.