Outside the police 🦋 Haikyuu

🦋 ִֶָ 𖥔 ࣪˖ ⋆ Capitulo Quinto

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-Dejen los reencuentros para después, tenemos información importante.

Las palabras de Kuroo habían cortado el ambiente que el ataque les proporcionó pero de igual manera le prestaron atención.

-Hay que hablar de capitán a capitán -Kuroo pasó su brazo por los hombros de Daichi y le quitó el arma para que se relajara un poco- No se preocupen nos encargamos del resto en el camino aquí, no hay peligro. Pueden ir a curar sus heridas y todo lo demás -Les mencionó al resto de miembros que aún no sabían a que se debía aquello, ni el retraso para llegar, ni esta nueva información, nada en general. Tomaron la palabra de Tetsuro y fueron a la enfermería como rutina luego de una misión, por tercera vez en el día Hinata tendría que pasar aquél triste piso de la base-

Los tres novatos fueron acompañados por Kenma quién luego de la insistencia de Shoyo aceptó ir con ellos, por que "Era aburrido sin él" pero en realidad no quería estar a solas con Kageyama, y no,  Tsukishima no contaba como persona ya que no sacaba conversación, además era aburrido y antipático. No era como si Kenma no lo fuera pero el mitad rubio le caía bien, no como otros.

En el ascensor nuevamente hubo un gran silencio pero esta vez nadie lo rompió, no tenían la energía ni ganas de hacerlo, tampoco sabían que decir por lo que se conformaron con meterse en sus pensamientos.

Las puertas se abrieron y cada uno fue por su lado. Kenma aún seguía con Hinata como si el primero fuera su mascotita o peluche que llevaba a todos lados. Examinaron al pelinaranja que por suerte solo tenía unos raspones en las rodillas y un corte en la mejilla, luego de eso salieron y Sho recordó algo.

-¿Kenma te molesta si vamos a ver a Suga-san? -El rubio negó con la cabeza y sintió como la mano del más bajo se envolvía en su muñeca mientras lo arrastraba por el pasillo hasta una habitación. En la puerta había una placa que decía "Sugawara Koushi", los miembros de más alto nivel tenían una sala propia en el piso de la enfermería. Una enfermera salió de allí e hizo una pequeña reverencia ante Hinata para luego dejarlo pasar sin pensarlo. El personal que no era parte de las misiones tenía la orden de respetar a los que sí por esta razón era la actitud de la chica ante el pelinaranja- Suga-san...

Kenma dejó que el menor hiciera lo suyo y se sentó en un sillón alejado a jugar con su consola para matar el tiempo. Por otro lado Hinata estaba a nada de llorar al ver el estado deplorable en el que Koushi se encontraba, este apenas y podía hablar o mantener los ojos abiertos por voluntad propia. Tomó la mano del peliplata entre las suyas y posó su frente en el dorso de ésta.

-Ya, ya, Hinata no me trates como si estuviera muerto -Dijo bromeando Suga mientras movía su otra mano en un gesto de que quitara importancia a aquél suceso, le dolía ver así a su kohai por lo que intentó alivianar sus emociones- Estoy bien gracias a tí y Daichi, no te preocupes y mejor cuentame que sucedió.

Shoyo lo dudo un poco porque ni él lo entendía pero al final le contó todo, requirió de la ayuda de Kozume en algunas ocasiones para explicar ciertos puntos que el menor desconocía. Luego de todo esto Suga le dió una palmada amistosa en la espalda, un poco fuerte a decir verdad.

-Entonces. ¿Derrotaste a tantos hombre casi solo y saliste sin ningún rasguño? Me siento tan orgulloso de ti Hinata, cuando llegaste apenas sabías defenderte sin un cuchillo... No es algo de lo que deba estar orgulloso en realidad pero es la vida que nos tocó, no?

Los tres se miraron y comprendieron aquello, ningúno estaba ahí por elección propia, y si alguien lo estaba era un maldito psicópata. Nadie quiere llevar una vida donde la muerte te persigue, donde ves a tus amigos más cercanos morir y la mayoría de las veces no poder hacer nada para ayudarlos. Donde cada vez que sales a una misión temes que sea la última. Donde amar es difícil por ese simple hecho, la muerte los rodeaba y con ella la sangre, la conciencia de haber asesinado a tantas personas, el dolor de no poder llevar una vida normal y aprender cosas que los chicos normales de su edad aprenderían. No, para nada era una buena vida.