Capítulo I

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La joven se despierta sobresaltada, con frías gotas de sudor resbalando por su fina y medio bronceada piel. Respira hondo, tratando de calmar su pesada respiración. "De nuevo", murmura a la nada, mientras se pasa una mano por su cara con un fallido intento  de alejar aquel recuerdo tormentoso y la otra por sus mejillas, alejando los mechones de pelo rojo que se le pegaron por la humedad.

Tras unos infinitos 3 minutos, se vuelve a recostar, intentando conciliar de nuevo el sueño. No tiene éxito, ya que cierta alarma encontrada en su mesita de noche empieza a sonar como si no hubiese un mañana.

De mala gana se levanta, pues tiene que hacerlo, ya que no puede perderse su primer día en la universidad.

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Una hora después, ya lista para salir, le llega un mensaje de su mejor amiga, Mariana, quien es muy opuesta a Susana en su forma de ser.

- Hey, Susana! Lista para el sufrimiento de nuevo?

Poniendo los ojos en blanco, Susana le responde.

- Si no querías sufrir más, no sé porque te inscribiste en la Uni. Voy en camino.

Guarda su teléfono y se dirige a casa de Mariana, ya que ambas fueron aceptadas en la misma universidad, Yale, para el alivio de su amiga, quien no quería separarse de Susana.

 La joven caminaba a ritmo lento mientras se torturaba mentalmente con aquel recuerdo. Llevaba 2 años desde que Bruce murió, 2 tortuosos y agobiantes años de sufrimiento.

Aún no podía entender bien la nota que le dejo antes de morir, aquella nota tan confusa y complicada, si tan solo le hubiera dicho a ella que significaba, de que se supone la protegía, un misterio que ha tratado de descifrar, pero inútilmente...

- ¡Susana! - aquel grito la alejó de sus pensamientos, al darse cuenta que Mariana la estaba esperando sentada frente a la puerta de su casa y la joven la había pasado de largo.

Dándose la vuelta con una pequeña sacudida de cabeza, se dirige a Mariana quien ya se está parando y sacudiéndose el pantalón.

- ¡Ya era hora, chica! - dice Mariana abalanzándose sobre Susana en un gigantesco abrazo de oso, el cual es correspondido con un poco menos de afecto. La joven no es muy afectuosa, ni siquiera con su mejor amiga, pero esta lo sabe y lo acepta, aunque la molesta dándole grandes muestras de afecto amistoso estando en multitud.

- Mariana, cálmate -responde Susana incómoda.

- lo siento - dice Mariana con una fingida cara de inocencia.

Ambas entran a la casa, esperando los taxis que vendría a recogerlas. Susana ya tenía sus maletas hechas y las trasladó donde su amiga para que ambas partieran al mismo tiempo. Era un viaje largo, ya que Yale se encontraba en Connecticut y ellas vivían en Michigan.

Empezaron a hablar sobre sus clases nuevas y lo que más les gusta de lo que van a estudiar. Después de un rato, Susana dejó de hablar y empezó a escuchar a su amiga que parloteaba sin parar, luego dejó de escuchar y se sumergió en sus pensamientos, como le sucedía a menudo.

  Aquel día, aquella nota, aquel tormentoso viaje, aquel desastre, con un resultado muy doloroso....

  El sonido de dos claxon hizo que la joven saliera de su pequeña tortura para volver a la realidad, su amiga había dejado de hablar y se paró corriendo a buscar su equipaje gritando "ya llegaron" repetidas veces.

Susana se paró a buscar sus maletas, pensando en cómo será su nueva vida por unos cuantos años....

Y si sobrevivirá a ella.

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lo sé, lo sé, es muy corto el capitulo :I pero bueeeeeh. quiero perfeccionarlo lo mejor que pueda, ya que quisiera que algun dia, pudiera salir en fisico... 

Voten y Comenten, plis ^-^

Gracias....

Terremoto Emocional...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora