Hey, Dino (Juno)

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Habían pasado unas dos semanas. Dos semanas en las que Jun y Chan se veían todos los días a las 4 de la tarde para luego separarse a las 6 de la tarde. Tiempo en el que ganaron confianza el uno por el otro bastante rápido. Solían encontrarse siempre en el parque que no era muy recorrido en las horas que ellos llegaban.

No importó mucho el horario, pues Jun le avisó a su madre que sus "amigos" lo invitaban todos los días. Y su madre no le ponía interés a las horas libres de su hijo.

En fin, se encontraban ambos niños en una banca mientras hablaban. Dino estaba sentado en la mesa de la banca. Ese día Dino le pidió prestado a su papá, que estaba al tanto del amigo que tenía, una bocina y su teléfono viejo ya sin uso.

—esa vez, gané una medalla de plata. Obvio que quería ganar la de oro, pero había alguien mucho mejor que la ganó— Dino hacía un puchero, mientras Jun lo veía desde su lugar como si fuera la obra de arte más preciada en todo el mundo.

—¿y estabas celoso?

—nah, le pedí que me enseñara a ser como él, y en la siguiente competencia le gané y se enojó conmigo— Dino se reía mientras contaba su historia, siendo seguido de Jun que se reía de igual manera.

—es genial que puedas bailar.

—¡lo sé! De hecho, traje esta bocina para enseñarte...— Chan se había sonrojado levemente, le gustaba bailar frente a las personas, pero Jun era diferente. Todo lo que hacía con él era nuevo.

—ya me preguntaba por qué la habías traído. No puedo esperar, hasta te ganaste una medalla de oro— Jun se burló un poco, pero la verdad es que quería verlo bailar tanto como Dino le quería enseñar.

—¡oye! La tengo bien merecida— Dino se señalaba a sí mismo, mientras sonreía orgulloso.

—seguro, muéstrame— esta vez Dino se encontraba nuevamente avergonzado. Pero ignorando ese hecho, se puso a buscar una de las canciones que acompañaba a una de sus coreografías.

Preparándose, se alejaba mientras dejaba la bocina en su lugar, y Jun observaba todo atentamente.

De repente empezaba la canción junto con Dino, que lo hacía todo tan perfectamente sincronizado.
Parecía que la vergüenza había sido remplazada por la elegancia, y demostraba que era uno con la música.

Sus movimientos eran suaves y ágiles. Se movía como si no hubiera ninguna prisa, con pasión. Todo él creaba un aura de satisfacción, pues él amaba el baile, y cualquiera que pasara de casualidad por ese parque, quedaría anonadado.

Como Jun, que no podía despegar su vista de él. Estando perplejo con los movimientos que realizaba, y por los sentimientos que transmitía.
Era perfecto. Él y su baile eran perfectos.

Sin darse cuenta, Dino había terminado, mientras se veía un poco cansado, pero a la vez feliz.

—...¿desde cuándo... empezaste a bailar?— Jun seguía algo sorprendido.

—desde que tengo memoria— Dino sonreía, sonreía por lograr su cometido. Como la técnica de mi padre, pensó.

—supongo que sí tenías bien merecida esa medalla— Dino soltó una carcajada. Sus facciones desprendían brillo.

—claro que sí, ¿lo dudaste, hyung?— Dino giró su cabeza, divertido. Jun solo sonrió, pero ni en un segundo se atrevió a dudar.

Chan volvió a tomar asiento en la mesa, y se acostó en ella mientras veía el cielo, bajo la atenta mirada de Jun.

—¿alguna vez intentaste bailar?

—...sí— Jun parecía un poco triste, y Dino se dio cuenta, por lo que volteó a verlo.

—y... ¿qué pasó?

—mis padres no me lo permitieron, tengo cosas que hacer— Dino no quería meterse mucho en el tema, pero quería saber más.

—¿qué es lo que haces, entonces?

—practico violín. De hecho, tengo clases antes de venir contigo.

—es genial...— y sí lo era, para Dino tocar un instrumento era súper increíble.— pero, no creo que lo sea para ti— en ese momento Dino se había bajado de la mesa y buscaba una canción en el teléfono viejo, para conectarla en la bocina.

Jun solo veía confundido las acciones de Dino, ¿acaso iba a bailar otra canción?

—hyung, parece que a ti te gustaría bailar— Jun se mostró sorprendido.

—no, yo estoy bie- —Dino lo interrumpió, levantándolo de la mano— ¿qué haces, Dino?

—baila un poco— él se veía decidido, en verdad quería verlo bailar.

—te dije que no puedo, no sé cómo, solo quedaría en ridículo...

—entonces baila conmigo— Dino había empezado a moverse, sin ningún orden, para no hacer sentir mal a Jun.

Pero Jun no parecía muy confiado, no quería verse tonto intentando bailar.

Así que Dino empezó a acercarse a él con una sonrisa y empezó a moverle los brazos, mientras un "vamos, hyung" salía de sus labios. Y Jun, poco a poco, se dejó guiar y empezó a contagiarse de la sonrisa de Dino. Mientras cedía a la música, se veían a los ojos y sonreían, bailaban y se divertían.

Y Jun no recuerda cuándo fue la última vez que se divertía así.

ººº

¿Cómo creen que está quedando? Díganme qué canción se imaginaron ^^