Lyra Malfoy, la hermana gemela de Draco Malfoy, siempre ha estado en la sombra de Draco cuando se trataba de la familia, pero el estaba a su sombra cuando se trataba del colegio. Ella no era como su hermano de ninguna manera, aparte de su aspecto, c...
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Va a ser un mal año
–Tu no perteneces aquí.
–¡Lucius, detente! Ella es nuestra hija.–rogó Narcissa.
–Ella ya no es mi hija.–el hombre se burló, soltando el pelo de la chica y dejándola caer.
–Oh vamos padre, sabias que esto iba a pasar en el momento que pise el expreso de Hogwarts.–dijo Lyra, con burla.– Estoy harta de ti. He jugado durante dos años, pero ya terminó. Prefiero ser una traidora a la sangre. Ya no soy tu hija.
Lyra corrió por toda la mansión para llegar a su dormitorio. Terminó de interpretar el papel de la hija perfecta, no quería ser la hija de Lucius Malfoy. Ella agarró su baúl debajo de su cama y comenzó a meter todo lo que cabría en este. Lyra tomó su varita de la mesita de noche y la metió en el bolsillo de su jean. Tomo una mochila y comenzó a guardar objetos de valor en ella, así como una bolsa llena de galeones que ahorró cada cumpleaños.
En el momento en que fue seleccionada en Gryffindor, sabía que la Mansión Malfoy se convertiría más en un infierno que en un hogar. Ella misma se sorprendió haber logrado ignorar esto por dos años; siempre había sido Draco lo que la había hecho quedarse. Su gemelo fue quien la mantuvo cuerda dentro de la enorme casa, así como Dobby; su elfo doméstico que fue liberado por Harry hace meses.
–¿Lyra? ¿Que estás haciendo?.– la voz de Draco resonó por la habitación.
–¿Que ves? Lo siento Draco. Solo me voy.
–¿Te vas? ¿Por cuanto tiempo?
–¿Quien sabe? Un año, meses, tal vez para siempre.–respondió Lyra mientras cerraba el baúl.–Padre no me quiere aquí.
–¡No puedes simplemente irte!–argumento Draco– No me importa si eres una traidora o no, sigues siendo mi hermana gemela.
Lyra nunca había visto a Draco tan roto. No podía entender como el chico que había acosado a su amigo, insultando a los nacidos de muggles y traidores a la sangre, estaba molesto porque su hermana se iba de la casa. Pero él debía de haber previsto que su hermana no duraría allí, él había visto los incidentes con su padre. Si se quedaba, Lyra no tenía ninguna duda de que Lucius la mataría accidentalmente.
–Te conozco, Draco, siempre estaré allí si me necesitas, por mucho que molestes a mis amigos y a mi.–Lyra le sonrió con tristeza.
–¿Adonde vas a ir? Afuera te vas a congelar.
–No lo se, probablemente en el caldero chorreante por ahora.–Lyra levantó su baúl.– Estaré bien, ¿de acuerdo? Te veré en Hogwarts.