La Chica De La Ventana |CHONI|

CAPÍTULO 8

Estuvieron hablando por los colores, lugares, artistas y deportes favoritos.

La chica de la ventana (Toni) amaba el softball, andar en patineta (Aunque no lo hacía muy seguido debido a su sobreprotectora madre), coleccionar monedas, la nutella, Lana Del Rey y el color azul. Ella le contó (Cheryl), a cambio, sus obsesiones con Dua Lipa, Conan Gray, Ariana Grande, el color rojo, las cerezas, los lazos y la poca habilidad que tenía para el deporte.

Ese día rieron como solo ríen las amigas que se conoces desde hace diez años. De vez en cuando, Cheryl dejaba salir de su boca comentarios sarcásticos, y de inmediato se daba el tiempo para explicarlo todo, pues sabía que Toni no podía entenderlos.

Fue encones cuando la madre de Cheryl tocó la puerta.

Penélope: ¿Puedo pasar?

Cheryl: Mamá ... tu -la chica de la ventana estaba asustada -... Estoy vistiéndome, mamá. ¿Podrías quedarte afuera?

Penélope: Claro. Solo vine a decirte que la cena está lista.

La chica de la ventana comenzó a asustarse. Tenía que inventar una excusa.

Cheryl: Mamá, no tengo hambre y me estoy sintiendo un poco mal. Creo que prefiero dormir.

Penélope: ¿Segura?

Cheryl: Si, y prometo cocinar algo si me da hambre.

Penélope: Está bien -acepto.

Y cuando dijo esto, se fue. Cheryl respiro hondo. Penélope no era una madre que solía enojarse por todo, pero encontrar a su hija hablando con una desconocida a través de la ventana no debe de ser algo muy lindo ... Ademas no quería que je viera sus golpes.

Cuando Cheryl se volteó a mirar a la chica de la ventana, esta estaba chasqueando sus dedos u mirando al suelo de su habitación.

Cheryl: ¿Que sucede?

Toni: Necesitas comer.

Cheryl: Comería si pudiera moverme ...

Toni: Puedes moverte. Acabas de mover tu cabeza.

Cheryl: Me refiero a que iría si pudiera caminar sin gritar.

Toni: Oh -su boca se abrió, sorprendida, como si hubiera olvidado el hecho de que Cheryl estaba lastimada- ¿Te duele mucho?

Cheryl: Lo normal. Tal vez no vaya mañana a la escuela.

Toni: Eso sería genial.

Cheryl: ¿Perdón?

Toni: Me refiero a que así podríamos hablar durante toda la mañana ... No hablo con muchas personas, chica de la ventana, u cuando lo hago no es divertido.

Cheryl: ¿Estas diciendo que es divertido hablar conmigo? -preguntó elevando una de sus cejas.

La chica de la ventana solo se encogió de hombros, sonrió una miro a los ojos por unos pequeños segundos. Durante sus conversaciones lo había hecho de vez en cuando, a veces por error y otras con miedo, como si quisiera detallar más sus ojos, como si estos fuera casi tan hermoso como los de ella.

Toni: Si, supongo que si.

Cheryl sonrió. Jamás se había sentido así. Jamás había sentido tantas mariposas revoloteando en su interior. Jamás había sentido tantos deseos de estar junto a alguien. Jamás se había sentido tan feliz. Aquella chica lograba convertir su mundo en algo más positivo, más hermoso. Ella era tan inocente, tan dulce y Yam divertida detrás de aquella coraza de chica ruda vestida de negro común rostro aparentemente infeliz. Era, simplemente ... perfecta.