One Shots [TOM HIDDLESTON]

La carpa se quedó sin acampar (Parte 1)

Hoy en la mañana había despertado mas temprano de lo usual, hoy no tenía clases por lo cual mi padre me había pedido que vaya a su empresa ya que necesitaba mi ayuda con la traducción de un discurso, es dueño de una de las empresas de automotor mas grandes de la ciudad y estaba intentando hacer negocios con empresas hispanas, y al yo ser Latina y mi lengua materna ser el español yo siempre lo ayudaba cuando se trataba de traducir ciertos idiomas de los que yo conocía.

Me prepare mi desayuno, me duché y me coloqué mi body de encaje negro con el blazer del mismo color y el pantalón tiro alto, cuando se trataba de sus reuniones importantes papá siempre quería que vistiera formal, aunque pareciera diez años mayor con esta ropa y diez veces mas seria, me mire al espejo una vez mas antes de salir y me parecía imposible de creer que tengo 17 años(casi 18), amaba vestirme formal o usar este tipo de ropa. Me dirigí ir al gran edificio en uno de los autos que mi padre había enviado a recogerme salude a Rick, el conductor y nos dirigimos allí, llegué subí al ascensor captando todas las miradas del lugar, tanto de las mujeres recepcionistas de la empresa que cuando te ven parece que se les cae la piel y se convierten en serpientes y víboras que parece que su único trabajo es el cotilleo, tanto como de algunos hombres que lo único que hacen es mirar mi retaguardia. Mientras esperaba que el ascensor llegara al último piso, me puse a ver los mensajes que tenía en mi celular hasta que el timbre de la caja metálica me indico que había llegado al piso de mi padre, baje de el y me acerqué a Allie, su asistente la cual estaba muy concentrada viendo algo en su computadora que ni siquiera noto mi presencia hasta que carraspee y conseguí que mirara hacia mi dirección e inmediatamente esbozó una sonrisa.

-Allie, ¿Cómo estás?- pregunté mientras la saludaba con un escaso abrazo y un beso en la mejilla.

- Señorita Brown, hace tiempo no la veía- Respondió mientras devolvía mis gestos de saludo- Su padre la espera en la oficina.

-Genial, voy para allá, encantada de verte de nuevo Allie.- dije mientras me daba la vuelta y me dirigía hacia la oficina de mi padre.

Toqué dos veces la puerta indicando mi llegada y entré sin esperar una respuesta, mi padre se encontraba en su silla frente al escritorio con su vista fija en unos papeles, cuanto cerré la puerta detrás de mi me acerque a él y le di un beso en su mejilla al igual que lo había hecho con Allie. El tenía una inmensa sonrisa en su rostro, para mi padre siempre fui, soy y seré su pequeña, siempre me trató como tal y creo que siempre lo seguirá haciendo.

Me senté sobre sus piernas como lo hacía cuando era pequeña, nunca perdí esa costumbre.

-¿Cómo está mi princesa?- dijo papá mientras acariciaba mi pelo y colocaba los lentes en su cabeza.

- Bien, pero no tanto como Allie.- Respondí alzando mis cejas de manera repetitiva, sabía que a papá le incomodaba que lo molestara con ella.

-Lis- dijo de manera reprendedora y mirándome seriamente- sabes que no me gusta que juegues así, además ella podría escucharte.

Simplemente solté una carcajada – Vamos hombre, no me niegues que te gusta, ves hasta te pones nervioso.- Mi padre ya estaba todo rojo como si fuese un mismísimo tomate.- Vamos, papi.- dije mientras comenzaba a molestarlo haciéndole cosquillas con mi dedo índice, en lo que nos interrumpe la puerta abriéndose y dejando ver a 3 hombres entrar mirando la escena que nos estábamos montando con mi padre un tanto confundidos, okey por los rostros que cargaban estos hombres creo que las cosas fueron malinterpretadas a sobremanera, dado a que yo seguía sentada en las piernas de mi papá y acababa de llamarlo "papi" si es que estos hombres no escucharon mas del contexto de nuestra conversación.

-Lo siento Richard, creíamos que sabías que veníamos, no quisimos interrumpir.- Dijo uno de ellos un tanto avergonzado mientras que los otros dos nos miraban serios sin decir nada.