Capitulo 1

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Era un jueves por la tarde, no tenía nada que hacer, así que salí a tomar aire fresco porque estaba algo estresada, salgo al patio trasero de mi casa, era un patio algo grande, con árboles, plantas, mecedoras, hamacas, era un lugar de área verde, y estaba junto con el del vecino, solo nos separaba una barda de arbustos medianos, y serbia mucho para relajarme, pero lo único malo era eso, que estaba junto al de mi vecino que no me caía del todo bien, salgo y para el colmo me encuentro con mi vecino.

Mi vecino no me caía del todo bien, ya que era algo crecido y egocéntrico, era el popular de la escuela por el que toda chica moría, la verdad no sé qué le veían era uno igual que los demás chicos solo que este no tenía cerebro. Nos vemos unos segundos y procedí a cortar ese tiempo de miradas fijas y me fui a sentar en una de las hamacas que están en mi patio, trate de tranquilizarme hasta que él me hablo.

-¿Qué haces a estas horas de la noche despierta, sola y fuera de tu casa?-dijo con una risa burlona.

-Tomo aire fresco, ¿tienes algún problema con eso?-le conteste de mala gana.

-No, pero es raro verte afuera-dijo para después de esto reírse.

-Que no salga a fiestas no significa que no puedo salir al patio de mi casa u a otro lugar, aparte ¿qué haces tú a esta hora a fuera?-dije en un modo ya algo estresado, no podría aguantarlo un minuto más.

-Estamos igual, salí a tomar aire fresco-dijo como si fuera tan obvio.

Trate de relajarme e ignorar al tonto de mi vecino, todo iba tan bien hasta que ¡ZAZ!, escucho un golpe a mis espaldas, me pongo de pie para ver que ocurrió y me doy cuenta que mi vecino estaba tirado en el piso al brincarse la barda de arbustos que separaban los patios, se pone de pie y veo que viene hacia mí, que se piensa este pedazo de basura.

-¿Qué haces?-pregunte algo alarmada y molesta de que venía hacia mí.

-Hacerte compañía para que no estés tan sola y de mal humor, ¿que no es obvio?-dijo de una manera obvia y de agradable a la vez.

-No necesito que me hagan compañía, estoy bien, 1gracias-dije de una forma amable pero algo disgusta.

-Lo sé, pero te quiero acompañar, así tal vez y hasta me quieres decir que es lo que te sucede-contesto de forma seria y amable, no me esperaba esa forma de contestar de él, siempre me contestaba de una manera grosera y burlona.

-Dudo que te cuente que es lo que me sucede, no confió en ti y digamos que no me caes del todo bien como para estarte contando mis cosas-le dije de la misma forma en la que él me había contestado antes.

Se queda callado por un rato, nos quedamos en un silencio no del todo incómodo, hasta que él decidió volver a romper ese silencio.

-Anda, cuéntame porque estás así, creo que ya hasta me trasmites tu mal humor- dijo serio.

-No te diré nada así que si quieres puedes pasar a tu casa y dejarme tranquila de una buena vez-le dije algo grosera, la verdad no quería estar con alguien, pero él se aferraba a estar acompañándome.

-Está bien, te dejo sola, trato de ser amable contigo y ¿así me agradeces?- dijo algo enfadado, para después dicho esto se marchará a su casa.

No sé porque se molesta si desde un principio le dije que quería estar sola, pero es un chico testarudo.
Ya era viernes, y otra vez tenía que ir a la escuela, eran las seis de la mañana y aún no estaba del todo lista, ya iba algo tarde, bajo y tomo las llaves de mi coche, no tuve tiempo de tomar algo para desayunar.

Llego a la escuela, bajo del auto y me encuentro a mi mejor amiga en los pasillos de la escuela, nos dirigimos hacia el salón, nos sentamos a mediación del aula, estaba platicando con mi amiga de cómo me sentía anoche y lo que había sucedió, en eso llega mi vecino con su mejor amigo como de costumbre, nos pasan de largo, pero de momento siento una mirada penetrante, volteo y mi vecino estaba mirándome con una seriedad, como si me estuviera analizando o viendo un cubo rubik que quiere descifrar, por suerte llega la maestra y hace que me zafe de esa incomodidad, tomamos la clase como de costumbre aunque sentía de vez en cuando unas miradas.

Toca el timbre para el receso, salimos todos y yo le digo a mi amiga que se adelantara, yo tenía unas cosas que hacer, para esto solo quedamos mi vecino y yo en el aula, y de pronto se me acerca.

Al Atardecer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora