Al Atardecer

Capitulo 4

Faltaban ya veinte minutos para las nueve y yo ya estaba lista, aun no sabía si darle o no la oportunidad, ya en ese momento la palabra que salga, ya sea sí o no, será sola y es ahí donde veré que es lo que mi corazón quiere.

Mientras pasaba el tiempo me senté en el sofá de mi habitación, con el celular, estaba mensajeando con mi mejor amiga para pasar el tiempo, ella aun no sabía, y creo que ya era hora de que le dijera.

    >>>>Mensaje<<<<

-Amiga tengo que contarte algo.

-Dime, que sucede.

-Lo que pasa es que en menos de diez
minutos tendré una “cita” con mi vecino.

-¿Con tu vecino?

-Sí, con mi vecino, me pidió que le diera una oportunidad, y hablaremos de eso.

-Esto es una broma verdad JAJAJAJAJAJA.

-Lamento decirte que no, no es una broma.

-Pero si lo odias, se odian mutuamente, no puede sentir algo por ti y mucho menos tú, eso es imposible.

-Nada es imposible, no exageres.

-¿Te gusta o sientes algo por él?

-No lo sé, creo que si lo quiero.

-No puede ser, tú no puedes querer a él, aun no lo analizo bien.

-Lo seee, yo tampoco me la creo, pero bueno, me tengo que ir, ya me veré con él, te cuento luego amiga. Tkm.

-Está bien, suerte y piensa bien lo que le dirás, y pues sea la decisión que tomes te apoyare. Tkm también.

>>>>Fin del mensaje<<<<

Ya iba lista a hablar con él, no sabía lo que le diría aun, pero lo que le dijera esperaba que no me arrepintiera de ello. Salgó al patio y alguien me cubre los ojos, escucho su voz y me quedo helada, no podía moverme ya.

-Espero no hayas cenado que te prepare la cena-dijo aun sin destaparme los ojos.

-¿La cena? , apoco tus cocinas-le dije algo sorprendida.

-Claro, espero y te guste la sorpresa-dijo algo entusiasmado.

-Waw, no me sabía ese lado de ti-no podía creer lo que me decía, y aun no veía nada, no sabía a donde me llevaba, solo caminaba y esperaba que no me soltara o me guiara bien para no caer.

-Llegamos-dijo con su tono de voz con una combinación de miedo y alegría.

Me destapa los ojos y no puedo creer lo que veo, era mi patio con muchos foquitos colgando por todo el lugar, había una mesa con velas y la cena ya servida, se miraba todo hermoso, no pensé que él hiciera todo esto. Nos sentamos a comer y platicamos por un rato, del porque nos tratábamos mal y todo, todo iba bien hasta que llegó el momento de decir si le doy o no la oportunidad.

-Creo que llego el momento en que me digas si me darás o no la oportunidad -dijo serio.

-Estuve pensando las cosas y…-no sabía que decir, la respuesta sola no llega aun.

-¿Y?....-dijo ansioso.

-Pues… creo que…-¡aun no llegaba la respuesta!, ya no sabía que decir.

-No des muchos rodeos, solo dime si me la darás o no-dijo algo desesperado.