Entonces estoy otra vez esperando por ti.
Esperando de pie y recostado sobre una de las paredes de aquel edificio que queda frente a la puerta de tu salón.
Otra vez.
Otra vez tratando de impresionarte.
¿A que hora saldrás?
Aún recuerdo la primera vez que nos vimos, aquel día donde te conocí, ese día donde nos conocimos.
Llevabas ese suéter de color negro, tu favorito, ese que dices que te trae suerte, y quizá es cierto, tuvimos suerte al conocernos, porque yo también llevaba mi amuleto, aquellas botas negras de las que siempre te ríes y me dices que las uso para alcanzar tu estatura. Recuerdo perfectamente cuando en mi primer día de instituto no sabía donde esconderme de la multitud y te encontré en aquellas viejas escaleras que llevaban hacia la azotea, de hecho pensar en ello aun me hace palpitar el corazón de forma agitada, tú tendido boca arriba sobre uno de los escalones, con tus ojos cerrados y labios rojos por culpa de esa traviesa brisa invernal que se colaba por una de las ventanas.
Ya a pasado un año y no puedo quitarme aquella imagen de mi memoria.
Aun no entiendo como puedes dormir con aquel bullicio que provocan los demás alumnos.
Aun no entiendo como mirarte dormir y respirar con tanta tranquilidad me lleno por completo de paz.
Sigo riendo al recordar cuando abriste tus ojos y me observaste mirándote, esa expresión en tu rostro es la misma que haces cuando vas atrasado a una de tus clases, o la misma que se forma cuando leemos en la biblioteca y de pronto aparece una palabra que no conoces.
También es la misma expresión con la que me sigues mirando cuando hago cosas como esta, de esperar por ti a que termines una de tus clases.
A veces te miro y me pregunto si recuerdas nuestra primera conversación, esa donde me preguntas quien demonios soy y yo con una sonrisa te respondo que soy tu nuevo amigo.
Y entonces tu me mirabas, y sonreías.
Sonreías conmigo.
Desde ese día empezamos a conocernos, empecé a saber sobre ti, como que ibas un curso mas arriba que yo, pero que ambos escogimos la misma carrera, tus clases favoritas, las cosas que detestabas, lo mucho que te gusta dormir y los días fríos.
Lo mucho que ahora te gusta dormir con tu cabeza sobre mis piernas aquellos días donde hace mucho frío.
Sigo de pie esperando por ti, para irnos a ese lugar en la escalera que es nuestro, donde esta escrito tu nombre junto al mío, y me pregunto cosas como estas, si tu recordaras todo esto que yo no olvido.
Entonces apareces por la puerta mirándome con esa expresión, y siento que jamás hare lo correcto si no me quieres cerca.
Pero lo sigo intentando.
— Hola.
— Hola — Aunque pienso que estas enojado, me sonríes — ¿Estuviste mucho tiempo esperando?
— No, llegue hace unos minutos — Miento y te doy una de mis mejores sonrisas — Entonces... ¿Qué haremos hoy?
Estoy emocionado por la noche.
— No lo sé ¿Tienes algo en mente?
— Creo que solo necesitamos mi bicicleta y tu enorme casa.
— ¿Cómo esa vez donde nos perdimos?
Aquella vez donde nos perdimos.
Me sorprendí al escuchar aquello ¿Lo recordabas?
Tu en el volante de mi bicicleta, yo sobre las ruedas traseras, con mis manos sobre tus hombros, con el viento pegando en nuestros rostros, desordenando los mechones de tu cabello, mientras avanzábamos por las calles bajo la mirada atenta de la luna que había aquella noche. Cuando de pronto bese tu mejilla y al frenar por la sorpresa enterré mis uñas en tus clavículas ya que estuvimos a nada de caer sobre el escarchado pavimento.
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Falling For You - Yoonmin [OneShot]
Fiksi PenggemarNo quiero ser tu amigo, quiero besar tu cuello. Donde Park Jimin tiene muy claro lo que quiere, pero Min Yoongi necesita algo más de tiempo. Inspirado en la canción "Falling For You" de The 1975.