Fate's red thread (San Valentín)

2. Wanna feel you

"¡No, no, no!" pensaba internamente mientras sentía cómo su cuerpo ganaba la batalla contra su mente.

El pre-calentamiento de Cheng había terminado, dando paso a un total calentamiento que se extendió por todo su cuerpo y que en gran parte fue producido por la presencia del otro sujeto en esa habitación. Nunca había sentido el aroma de un alfa, o de hecho nunca se había permitido sentirlo, hasta ese día. Pero no era solo el aroma del alfa, sino también su voz de mando, su hermoso rostro, su cuerpo perfectamente proporcionado. Sentirse así de atraído hacia un completo desconocido lo hacía sentirse inmensamente culpable, pues nunca había deseado a Wen Qing con la misma intensidad con la que deseaba al elegante varón frente a él. De hecho, nunca había deseado a Wen Qing de ese modo ya que más que todo la consideraba su compañera, no una amante.

Cheng se dio cuenta de que tenía que hacer todo el esfuerzo posible por resistirse a ese hombre. Tomó la mano que antes lo había acariciado para apartarla, pero Lan Xichen fue mucho más rápido y volteó la situación, tomando a Chen de la muñeca para luego acercar su rostro hacia ese lugar y así aspirar mejor el aroma del omega. En cuanto sintió ese aroma filtrarse por completo en sus fosas nasales, no pudo evitar gemir por lo excitado que lo hacía sentirse. Sin embargo, esa reacción, fue suficiente para que Cheng temiera por su seguridad. De nuevo hizo el intento de liberarse del agarre ajeno y lo logró, dando así tres pasos hacia atrás, hasta chocar con una pared.

— Eres un alfa muy atrevido, pero no por mucho — dijo Cheng mirándolo como si fuera una pequeña fierecilla acorralada entre un camino sin salida y un cazador — Si te acercas más...no respondo por lo que te podría pasar — amenazó apretando los puños.

Nunca había pensado que rechazar a un alfa al que se sentía irremediablemente atraído sería tan doloroso. Su cuerpo se quejaba ante la idea de salir de esa habitación con tal grado de calentura sin antes aliviarla. Claro que para aliviarla solo había una cosa qué hacer, pero Cheng no estaba dispuesto a hacerlo con alguien a quien no conocía y, además, no podía serle infiel a Wen Qing la misma noche en que pretendía pedirle que se casara con él. Sea como sea, tenía que resistirse a los efectos que ese alfa provocaba sobre su cuerpo.

Lan Xichen, al escuchar al pelinegro, no pudo evitar sonreír levemente. El chico era muy diferente a la clase de personas que usualmente lo rodeaban. ¿Quién podría resistirse a Lan Xichen? Incluso si él mismo se controlaba para no influir en el comportamiento de los demás, era demasiado atractivo y por demás un buen partido. Tal vez eso era lo que tanto le molestaba, que siempre lo vieran por todo lo que era "por fuera", pero que nadie intentara realmente conocerlo. Esa había sido la razón por la que decidió cancelar su compromiso con Jin Guang Yao. No negaría que se sentía atraído a ese omega, pero los que habían decidido por ellos eran sus familias y, al final, Jin Guang Yao también demostró que sus sentimientos estaban siendo movidos por la ambición.

Quien diría que, mientras estaba en su habitación meditando sobre su futuro, llegaría un completo desconocido para descolocarlo a nivel físico y mental. Esa persona que lo estaba rechazando, ese sensual omega, era todo lo que siempre le habían negado en su vida.

— Relájate — dijo finalmente Lan Xichen con un tono de orden, aunque su voz no era torpe, sino amable.

Cheng sintió como su cuerpo parecía obedecer a esa orden.

— ¡Deja de usar ese tono! — dijo apretando los dientes. Si ese hombre quería un omega sumiso, tendría que obligarlo a serlo, porque Cheng no lo haría por voluntad propia.

— Dime tu nombre — ordenó de nuevo mientras volvía a acercarse al joven hasta estar a solo un paso de distancia.

— Ch...Cheng — masculló intentando morderse la lengua, pero no funcionó, así que intentó cortar el contacto visual con ese hombre y, si era posible, aguantar la respiración para no sentir de nuevo ese aroma celestial.