-Frio- // Venti x tu

-Frío-

Tiritas, aun con toda tu ropa puesta tienes un frío casi insoportable, giras tu cabeza solo para encontrarte a Venti inspeccionando la pared, buscando una salida.

Sonríes débilmente al verlo morderse levemente el labio intentando pensar en una forma de salir.

Lentamente y aun tiritando te acercas a Venti, a simple vista parece que él no tiene frío.

"V-Venti"

Le llamas casi en un susurro, el gira la cabeza para responder a tu llamado y te ve temblando, se sorprende, el no sentía frío, seguramente porque es un Dios.

"Tranquile saldremos de aquí pronto"

Esas simples palabras te suben el animo, aun cuando sabes que no es verdad, que él tampoco sabe como salir.

Te giras e intentas ayudar inspeccionando otra de las paredes de un material que no conoces, seguramente aprueba de cualquier tipo de poder.

Mientras tocas la pared en busca de alguna pista o simplemente alguna grieta, sientes un fuerte escalofrío cruzar tu espina dorsal.

Caes al suelo inevitablemente, mientras te abrazas a ti misme en un intento de no morir congelado.

Venti escucha el ruido de tu cuerpo chocar contra el suelo y automáticamente se gira en tu dirección, viéndote en el suelo.

Su cara es de sorpresa al principio pero después de unos segundos se cambia a preocupación y se acerca a ti corriendo.

"¡¿____, estas bien?!"

Te pregunta casi gritando mientras se tira de rodillas al suelo a tu lado.

Intentas sonreírle para que deje de preocuparse ya que tienes miedo de que tu voz no salga correctamente, pero eso solo lo preocupa mas.

"Vamos a descansar un rato y ya encontraremos mas tarde la salida"

Te dice mientras se acerca mas a ti y se quita su capa para ponértela de manta.

Estas tumbade en su regazo, con los ojos cerrados, heche una bolita, mientras que tienes su capa como manta, intentando darte algo de calor.

"No pasa nada, saldremos de esta como siempre ¿No, ____?"

Asientes débilmente empezando a sentirte cansade, tus ojos ya no pueden estar abiertos por mas tiempo así que los cierras e intentas concentrarte en el calor del otro cuerpo en la sala.

No lo ves pero él sonríe y para que te quedes dormide empieza a acariciarte el pelo mientras tararea una canción.

En ese momento sientes una paz completa, en los brazos de alguien en el que confías y quieres, aunque aún no le hayas confesado tu amor.

Poco a poco te pierdes en las suaves caricias que él va dejando sobre tu pelo y acabas durmiéndote.

Él no había dejado de mirarte y aun cuando nota que ya te has dormido, no se levanta, no piensa dejarte sole.

Para sus caricias en tu pelo y sin poder contenerse se acerca a tu mejilla y te besa levemente.

Cuando se aparta y se da cuenta de lo que ha hecho, se sonroja y para distraerse sigue con las caricias en tu pelo mientras intenta olvidar lo ocurrido hace unos segundos.