Mis personalidades (Jeff x Masky)

Capítulo 8: Lados opuestos

Narra Masky

Ahí estaba el de ojos rosados, mordiéndose el labio con los sus ventanas del alma entrecerradas. Le temblaban las piernas al tener tan sólo tres dedos dentro y cuando metí el cuarto soltó una queja por el gran placer.

Rasguñó mi brazó temblando y respirando agitado, no dejaba de arquearse y gemir necesitado.

—M-mierda~ s-sí. P-puta madre. -Se ponían en blanco sus hermosos ojos mientras sus mejillas tenían un rosado suave.

El sudor comenzó a producirse por todo el movimiento y la fuerte respiración que tenía.

—C-carajo, espera. M-me correré. -Estaba por tener un delicioso orgasmo a manos libres. Me miró con el rostro rojo, gimiendo un poco más fuerte. —A-ahHH~. -Pude notar cómo trató de reservarselo, colocando una mano a un lado de su cabeza, en la almohada, jalando la funda de esta al llegar al éxtasis.

Me veía con pequeñas lágrimas, gruñendo necesitado.

Se le salía el amor por todos lados. Llegó tan fácil al orgasmo, se notaba lo hipnotizado que estaba. Aquellos ojos hermosos no dejaban de verme con deseo, siempre a mí. Sólo me perdía de vista cuando volteaba los ojos.

Incluso cuando los cerraba un poco me estaba viendo, eso sólo hacía que se me pusiera más duro.

—¿P-puedes follarnos a todos? -Preguntó entre jadeos. Me sorprendí ante esa repentina pregunta.

¿Cuántos eran?

—Bien~. -Respondí acariciando su mejilla. —Pero ocupo que me digan qué le gusta a cada uno, ¿Sí? Así los complaceré mejor. -Asintió relamiéndose los labios.

—Me gusta lo salvaje. -Pasé saliva. Okey, esta sería una larga noche.

(...)

—¡A-aGhh~! M-mHhn~. -Ahí estaba, follándomelo mientras él me veía con lágrimas y un potente sonrojo. No dejaba de sonreír y gruñir, respiraba bastante agitado saltando con fuerza sobre mi miembro.

Sus cabellos subían y bajaban un poco, iba tan rápido que ya estábamos ambos sudados. Sus manos rasguñaban todo mi cuerpo, en especial pecho y abdominales. Parece que le gusta mucho esa parte.

Me temblaron los labios. Él sólo seguía y seguía lo más rápido que podía, rasguñándome la espalda y la nuca para luego besarme de lengua.

—A-aGhh~ n-no grites, amor. N-no deben escucharnos. -Susurré agitado, respiraba muy pesado mientras tomaba su cadera y lo subía y bajaba con más fuerza.

Se arqueó temblando, mirándome asombrado y con lágrimas, rasguñó mi hombro gimiendo más agitado, estaba tan excitado, con su miembro frotándose contra nuestros abdominales por lo pegados que estábamos.

—E-espera. -Me detuvo un momento respirando agitado. —S-sigue. -¿Se detenía el orgasmo? Eso parecía algo injusto para los demás, le tiré a la cama haciéndole jadear y seguí embistiendo. No iba a permitir que hiciera trampa y sus lados se enojaran con él.

—A-aGhh~. -Respiré más rápido en su cuello, escuchando los golpes agresivos que hacían rechinar la cama, mis testículos estaban golpeando con fuerza su anillo anal, él me veía con mucha dificultad, con los ojos casi cerrados, uno de ellos sí lo estaba, el otro se esforzaba por poder verme.

Me aferré con una mano a la cabecera de la cama para embestirlo con más fuerza, mientras mi otra mano apretaba con fuerza su cintura. Sus ojos se pusieron viscos un segundo, gimió gustoso y no dejó de rasguñar mi espalda baja.

—¡M-mHh~! -Mordió su labio de forma caliente, arqueándose con varias quejas. —S-sí, sí, o-oHh~ m-mierda. M-más rápido. -Su respiración iba subiendo su ritmo, se arqueó de nuevo gimiendo ronco, a nada de llegar.