Atrapado en la demo de Resident Evil 8

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Todo estaba listo para empezar.

Iba a transmitir por stream la primera demo recién estrenada de Resident Evil 8. Ansiaba poder jugarlo cuanto antes así que esa misma madrugada me tomé una Coca Cola para estar bien despierto, fui al baño por precaución, me recliné en mi silla gamer de 50 euros y encendí la Play Station.

Estaba muy entusiasmado por esto, pues había esperado este momento durante meses, y no quería perder la oportunidad de aprovechar el interés que generaba en la comunidad para jugarlo en directo.

Configuré los parámetros del stream y le di a iniciar la transmisión. Estaba seguro que muy pronto comenzaría a llegar gente, aunque sabiendo que era bastante tarde no me esperaba tener una gran cantidad de espectadores; no soy tan famoso como alguien pensaría. De hecho, no soy nadie todavía, pero a quién le importa.

Después de 20 minutos saludé a los cien gatos nocturnos que tenía por espectadores y presioné para empezar la partida. Hasta podía sentir que las manos me sudaban, estaba nervioso y expectante, ¿qué me deparará esta aventura?, pensé. Vamos, Capcom, sorpréndeme.

Y sé que nunca debí decir esas palabras, pues, apenas desapareció el menú principal la pantalla se iluminó con una luz más fuerte que la de celular a las 3:00 am. No, en serio, llegó a cegarme la vista y tuve que mecánicamente cubrirme los ojos porque hasta me atravesó los párpados. Entonces todo se volvió oscuro y creo que perdí el conocimiento.

Solo sé que cuando desperté ya no estaba en mi habitación.

—¡Mierda! —dije al despertarme, y escuché una especie de eco.

Entonces abrí los ojos, y la oscuridad me invadió, estaba tirado en el suelo. Vi unas palabras flotando al frente de mí, luego desaparecieron, incluso había una música siniestra que sonó como si se tratara de una película de terror. El texto decía Maiden, y a continuación algo así como "escapa de la mazmorra".

—¿Qué es esto? —dije bastante asustado.

Me incorporé pesadamente y comprobé que era cierto, me encontraba en una lúgubre y nauseabunda mazmorra, no lo podía creer. De inmediato asocié las palabras que vi con el título de la demo, que también se llamaba Maiden, y seguramente aludía a que el personaje que controlábamos (según la información de la página) era nada menos que una sirvienta del castillo Dimitrescu.

No podía salir de mi asombro, ¿acaso había sido absorbido por el juego?, ¿cómo es posible que haya podido entrar?, y lo qué es peor aún, ¿cómo mierda voy a salir de aquí? Me hubiesen dejado una oportunidad para jugarlo una vez antes de que me encerraran aquí, así sabría cómo termina la demo y todo lo que hay que hacer para escapar. Ahora solo me queda recurrir a mis conocimientos de anteriores entregas de la saga si es que no quiero morir devorado por los zombies, o por cosas peores.

—Espera —dije, pues había descubierto un detalle importante— ¡soy yo!

En efecto, pese a que el personaje en cuya piel debería estar yo era una mujer, me di cuenta de que se trataba de mí. Llevaba la misma ropa que tenía cuando empecé a transmitir, y solo por si las dudas, confirmé que todavía era un hombre, no me pregunten cómo.

—Bien, por lo menos sé que soy fuerte.

Jamás en mi vida había practicado artes marciales, pero mi cuerpo no era para nada endeble, no tenía músculos marcados ni six packs, pero le entraba al fútbol y al ping pong, así que mis reflejos no eran para reírse.

Así que decidí moverme, no era la mejor decisión si lo que quería era permanecer vivo, ya saben, aquí por lo menos nadie puede entrar, o eso parece, este lugar es tan cerrado que si se me viene encima una cuadrilla de zombies estando aquí adentro podría sobrevivir.

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