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Se saltó la cena y fue directamente a la sala de menesteres, estaba seguro de que los elfos habían dejado una bandeja con bocadillos como todas las veces. Esperaba encontrar a Draco ya en el lugar, y al parecer su deseo se cumplió, al entrar a la sala vio a Draco sentado en uno de los sillones mientras leía un libro.

Se acercó y se acomodó con su cabeza apoyada en las piernas del rubio, quien al verlo se inclinó y dejó un pequeño beso en sus labios.

-¿Cómo te fue?- preguntó Draco mientras acariciaba al de cabellos azabaches y seguía con su lectura.

- Reaccionó mejor de lo que esperaba.- admitió Harry y se dejó llevar por las caricias de Draco, al parecer estaba más cansado de lo que pensó.

- Duerme un poco. - le dijo el rubio y Harry no lo pensó dos veces antes de cerrar los ojos y dejarse llevar por el Morfeo.

Al cabo de unos minutos Draco noto que la respiración de Harry era tranquila y lo vio unos segundos mientras dormía, tomo sus cabellos en su mano y le sacó un par para luego guardarlos y seguir acariciando a Harry.

Draco se cansó de leer el libro y lo cerró, se levantó cuidando de no despertar a Harry y luego lo cargo para acomodarlo en la cama, se quitó su túnica y se acostó a un lado de Harry, quien al sentir el calor del rubio se acurruco y Draco sonrió para luego besar su mejilla e intentar dormir.
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A la mañana siguiente, Harry se dirigía al gran comedor solo, Draco debía buscar algo en su sala común. Cuando entró al comedor no vio ni a Ron ni a Hermione, supuso que aún estaban dormidos pues aún era temprano. Se sentó a desayunar solo mientras esperaba a sus amigos.

Se sentía más relajado luego de dormir con Draco, siempre que dormía con el rubio tenía un sueño tranquilo y sin pesadillas. Se sentía protegido, sentía que Draco siempre lo protegeria y ya no tenía que preocuparse por las casas que salía mal en su vida. ¿Sabes de esa sensación, cuando estás con alguien y no te preocupas por nada más en el mundo porque sabes que pase lo que pase jamás estarás solo? Esa era la misma sensación que sentía con Draco.

-¿Y esa sonrisa amigo?- preguntó Ron mientras se sentaba a su lado. No había notado cuando había llegado su amigo, aunque le pareció extraño no ver a Hermione con él.

- Nada.- respondió Harry y siguió con su desayuno.

- Oye, lamentó lo de ayer. - dijo él comenzando a servir su desayuno - Quiero que sepas que te apoyo en todo lo que decidas.

- Gracias.- le dijo Harry con una sonrisa mientras veía a Hermione entrar al gran comedor y dirigirse hacia ellos.

-¿Dónde estabas?- le preguntó su novio.

- Olvidé algo en la sala común.

Las lechuzas llegaron, varias de ellas con grandes paquetes que de seguro eran sus trajes de graduación. Una lechuza negra se detuvo al frente de Harry y estiró su pata, donde había una carta. Harry la tomo y comenzó a leerla.

Nos vemos en la sala de menesteres después del almuerzo.

Harry noto extraño que no tenga remitente, pero supuso que era Draco, después de todo era el único que lo citaba en la sala de menesteres. Sólo tenía clases a la mañana, por lo que tenía toda la tarde libre, podría pasarla con Draco. Luego de ese día ya no había más clases para los de séptimo que había aprobado todos los Éxtasis, eso quería decir que ya no tenía más clases y sólo le quedaba esperar al viernes, el día de la graduación.
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El almuerzo había acabado. La sala de menesteres estaba en silencio y un joven rubio estaba sentado en uno de los sillones esperando en silencio mientras veía la chimenea la llegada de un azabache. La puerta se abrió y por ella un azabache con el uniforme de Gryffindor entró con una sonrisa.

- Hola, Draco - dijo para luego inclinarse para besar al rubio, quien se apartó antes de que sucediera. - ¿Qué tienes?

- Debemos hablar.- dijo él seriamente. El azabache asintió y tomo asiento en otro de los sillones. - Quiero terminar esto.

-¿Terminar qué?- preguntó con expresión confundida, el rubio estaba por hablar pero el azabache lo interrumpió.- Ah, me olvidaba, - metió una de sus manos en su bolsillo y sacó una pequeña caja - aquí tienes el anillo que me pediste retirar en Hogsmeade, ¿Ya es tiempo?

El rubio tomo la caja que el ojiverde le entregó y lo miro con el ceño levemente fruncido.

-¿Tiempo de qué?- preguntó mientras abría la caja y se impresionó al ver un anillo de plata con unas pequeñas incrustaciones de esmeraldas y en el centro un diamante.

- De que le des el anillo a Greengrass, ¿Qué más?- dijo divertido. - O acaso te olvidaste de tu compromiso.

- ¿Compromiso?

-¿De verdad lo olvidaste?- preguntó frunciendo el ceño- Me dijiste que te habías comprometido con Astoria Greengrass y que se casarán una vez termine el colegio.

- Oh, si.- dijo el rubio sin apartar la mirada del anillo y volvió a cerrar la caja para extenderla hacia el azabache. - Guardala hasta el último día de clases, se la entregare cuando haya terminado la ceremonia de graduación.

- Esta bien. - dijo tomando de nuevo la caja y guardandola - Antes habías dicho que querías terminar algo, ¿Qué era?

- Nada que te importe, Potter.- dijo pareciendo irritado y se levantó - ¿Porque ibas a besarme?

- Pensé que nos llevábamos bien, Malfoy.- dijo sonriendo coquetamente - Ya sabes, luego de todas esas escapadas.

- Olvida todo lo ocurrido. - dijo seriamente - Adiós.

El rubio salió de la sala de menesteres y el azabache sonrió.

- Eso te mantendrá alejada y satisfecha. - dijo el azabache para luego recostarse en el sillón y cerrar los ojos unos momentos.

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- Hermione, déjame.- dijo Harry irritado, hacia media hora que tendría que estar en la sala de menesteres junto a Draco. Pero Hermione no lo dejaba ni un segundo.

- Sólo espera un poco, Harry.- pidió ella y a su lado su novio no entendía el comportamiento de la castaña.

Harry se separó lo suficiente para colocarse la capa y perderse a la vista de sus amigos, quienes trataron de agarrarlo nuevamente pero no pudieron lograrlo. Harry se alejaba silenciosamente viendo como sus amigos trataban de atraparlo sin tener noción de donde estaba. Cuando se separó lo suficiente comenzó a corres hasta llegar a la sala de menesteres y adentrarse en ella. Allí se quitó la capa y suspiro mientras buscaba con la vista a su novio, quien estaba recostado en uno de los sillones.

Se acercó lentamente y se arrojó encima del rubio y lo beso antes de que pueda reaccionar.

- Lamento llegar tarde - dijo luego de separarse y recibió una sonrisa Draco antes de que este cambie de posiciones y se colocara sobre él.

- Descuida, llegaste justo a tiempo.- dijo para luego besarlo, sabiendo la razón exacta de su tardanza, después de todo fue él quien le dijo a Granger que no dejara que Harry se aleje de ellos después del almuerzo.

Si Harry noto o no la corbata de Gryffindor que tenía Draco, no dijo nada.

Drarry SoftDonde viven las historias. Descúbrelo ahora