Prólogo

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Ethan

Me encontraba despierto mirando a la nada, todo estaba oscuro y el ambiente muy tenso, traté de levantarme pero unas cadenas lo impedían, no traía nada puesto tan solo mi ropa interior, comencé a gritar pidiendo ayuda, era evidente de que nadie se encontraba conmigo, lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas, el miedo me arrasaba traté de tranquilizarme no podía quedarme ni un segundo más en este lugar, comencé a mirar por todos lados pero era inútil, un olor a muerto comenzó a esparcirse por todas partes, las ganas de vomitar aumentaron, mi corazón se empezó a acelerar al oír unos pasos que cada vez se acercaban más y más, me desesperaba la idea de no poder mirar y observar lo que había a mi alrededor, la madera rechinaba tan fuerte que mis oídos empezaron doler, escuché como la puerta de la esquina de la habitación se abría, sentí como el mundo se me vino abajo, no sabía si pedir ayuda o quedarme callado, varios pensamientos comenzaron a inundar mi mente ¿y si es el que me secuestro? ¿debería pedirle ayuda? ¿debería dejar pasar esta oportunidad? ¡¿y si me matan?!

De repente siento una respiración muy cerca de mi oído, me quedo inmóvil como una estatua mi cuerpo no respondía mierd* esto no me debería estar pasando a mí, porque me secuestrarían.

¡Hola Ethan, sorpresa! - exclamó aquella voz siniestra con un toque de ironía que siempre desee escuchar de cerca.

¿Acaso no me escuchas? ...dije ¡SORPRESA! – esta vez lo dijo gritando, no lo podía creer porque él me tendría secuestrado.

Jay-Jayden? ¿Eres tú?... – pregunté con temor no quería que el fuera, el no podía ser, definitivamente no.

¿Tú que crees...no estás feliz? - lo afirmó, pero aun así yo no lo aceptaba.

Sentí como se alejaba lentamente, hasta que se dejo de escuchar sus pasos tan solo se escuchaba mi respiración agitada, de repente la habitación se iluminó aquel acto hizo que mi vista se nublara, poco a poco comencé a ver con claridad, mis ojos no lo podían creer era una escena horripilante que quería borrar rápidamente de mi cabeza no pude evitar gritar era lo más horroroso que había visto en mi vida. Varios cuerpos cubiertos con sangre rodeaban plenamente la habitación, estaba consiente de que yo no saldría vivo, comencé a llorar nuevamente cerrando los ojos deseando que esto fuera una pesadilla. 

¡Oh! vamos no llores...o sino me vas a poner triste – comentó soltando una pequeña risita, ¿¡acaso él se estaba riendo de mi sufrimiento?!

p-porque... - no pude terminar de hablar, Jayden se arrodillo al frente mío y comenzó a desenredar la cadena que estaba amarrada a mis manos al sentirme libre me puse rápidamente de pie dispuesto a correr, pero una mano me detuvo, él me aferro a su pecho y  dijo:

Ni creas que te vas a escapar de mí, cielo – eso fue lo último que escuche antes de que todo se volviera negro.


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