Capitulo 8.

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-Chicos ahora vengo ¿Dónde queda el baño?

Me indicaron donde quedaba el baño

Cuando voy cruzando el pasillo esta Chris de venida y tropezamos.

-Hey ¿a dónde vas?

-Voy al baño, ¿me permites?

-No, permíteme tú, ¡bailemos!

-Oye oye, yo no sé bailar, en serio.

-Tranquila ven, súbete en mis tenis y tu tan solo...déjate llevar.

La música de fondo era la más dulce melodía que jamás había escuchado en mi vida.

A pesar de haber tomado un poco más de la cuenta estaba disfrutando más de lo que pensé. Cada vez traían más botellas de cervezas, realmente me sentía bien hasta que llego eso que tanto temía, eso de tenerlo tan cerca que podía sentir su respiración ,mi corazón latía muy rápido y no era por el exceso de alcohol en mi sistema.

Sentía que solo estábamos él y yo, solos, ahí en la habitación, nos mirábamos fijamente, nuestras respiraciones estaban agitadas ya, el ambiente caluroso hasta que sucedió... me besó, sus labios suaves tocaron los míos, sus manos pasaban por mi espalda baja mientras que las mías estaban rodeando su cuello. Iba todo tan rápido, de pronto no sé cómo llegamos pero estábamos en una habitación, el quitaba lentamente mi camisa y besaba mi cuello, yo le tocaba el cabello y lo acariciaba, nunca había hecho esto y tenía miedo pero eso no podía evitar que pasara lo que tenía que pasar. Toca mi espalda con sus manos frías, me besa los labios y mi oreja, nuevas sensaciones que no podía describir, baja mi pantalón y besa suavemente mi muslo y me lanza contra la cama se pone encima mío y se quita la camisa, no puedo creer que esto vaya a suceder, cuando escucho un ruido...

Es mi alarma nuevamente, todo fue un sueño.

No lo podía creer, me levanto con dolor de cabeza giro mi cabeza y...¿esta Christopher en mi cama nuevamente? O sea ¿Qué no fue un sueño?- digo asustada y confundida-

No pudo ser verdad, no pudo ser verdad, no pudo ser verdad, repito tantas veces.

Preparo un litro de café sin casi azúcar para ver si se me quita esta resaca y poder aclarar mi mente.

Ok D____tratemos de recordar, si fuimos a la fiesta, bebí un poco, baile, conocí a alguno de sus amigos pero ¿hice algo con él? No puede ser, no recuerdo, no puedo recordar.

No hicimos nada

Oigo aquella voz ronca en el fondo del pasillo, diciendo algo pero estaba tan metida en mis pensamientos que no logré escuchar con claridad que era lo que me decía.

-Disculpa ¿Qué dijiste?

-Que no hicimos nada, estabas tan borracha que decidí traerte a tu departamento para que descansaras, entonces me insististe que me quedara para acompañarte así que, aquí estoy, no te preocupes, recojo mis llaves y me voy.

Al oír aquellas palabras algo dentro de mí pudo sentir alivio, no hicimos nada, todo fue un sueño.

-¿Estás seguro que no sucedió nada?- le pregunto nuevamente para así poderme quedar algo más tranquila-

-No paso absolutamente nada, cálmate.

Veo como busca sus llaves que estaban encima del microondas el cual ni siquiera sé cómo llegaron hasta allá y sale.

Coloco mis manos en mi rostro haciendo movimientos para limpiarme los ojos, bostezo y voy corriendo a alistarme percatándome de que si no llego en 10 minutos probablemente me corran del trabajo, salgo muy rápido y termino de llegar. Toda la tarde me la pase distraída, no era común que fuese así, siempre fui muy responsable y me concentraba en mi trabajo pero no sabía que me pasaban esos días, todo iba demasiado rápido, en fin.

Pasó un mes desde esa fiesta la cual fue el comienzo de una nueva aventura para mí, sabía que tenía que tener mucho cuidado con Christopher porque su fama de mujeriego podría afectar mi reputación y definitivamente no quería que eso sucediera ni ser parte de su larga lista de conquistas.

𝙇𝙖 𝙨𝙤𝙡𝙚𝙙𝙖𝙙, 𝙚𝙡 𝙮 𝙮𝙤©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora