𝙇𝙖 𝙨𝙤𝙡𝙚𝙙𝙖𝙙, 𝙚𝙡 𝙮 𝙮𝙤©

Capitulo 9.

Disfrutábamos el tiempo que pasábamos juntos cuando salíamos a comer, íbamos al parque, le enseñe algunos tips que había leído alguna vez en un libro de como tomar buenas fotografías y había aprendido algo, íbamos al cine y por primera vez en mi vida, por primera vez sentí un cuerpo encima del mío, estaba tibio, lo miraba fijamente a los ojos, nuestros labios faltaban centímetros para que se unieran y sentir que era de el, tenía mucho miedo de que todo lo que había hecho era solo para obtener algo y luego alejarse, pero en ese momento de tenerlo junto en frente mío recordé unas palabras que una noche viendo las estrellas en las montañas me dijo

¿Sabes D___? Causaste un impacto en mi vida, nunca había creído que me pudiera enamorar, yo no creo en el amor, esos no es para mí decía...hasta que te conocí, eres una chica fenomenal, inteligente, bonita aunque tú digas que no es así, para mis ojos tu eres perfecta y no quiero que por nada en el mundo me dejes con el corazón en las manos preguntando una noche que hice mal. No sabes lo feliz que estoy por tener una niña en mi vida que sé que no me va a lastimar, así como antes...

Todas esas palabras, los gestos que hizo, esa mirada brillante que tenía, todo se vino a mi memoria y me hizo pensar que si quería estar con él, nunca había hecho cosas que con él fue la primera vez y estaba a punto de hacer algo más que sabía que me iba a marcar para toda mi vida.

Tome la decisión y quería que me hiciese suya, quería sentirlo, quería ya saber cómo era tener sexo, tenía mucho miedo, claro que sí, pero mis ganas de estar con él, fueron más altas y al fin lo hicimos. Fué la sensación más divina del mundo poderlo sentir tan cerca de mí, ahora entendía porque siempre tenía alguien distinto en su departamento, sin tener mucha experiencia, era realmente genial.

Luego de 4 meses de andar juntos, a veces él dormía en mi departamento o yo en el suyo, luego del trabajo íbamos cenar o ver una película, visitábamos los museos, las bibliotecas de la ciudad, era todo de verdad un sueño hasta que llegó una mañana donde todo se fue al diablo...

Él tenía que regresar a México con su padre que ya le había comprado el boleto, para trabajar en la compañía de Embutidos La Patrona©

No sabía por qué lo había mandado a llamar si casi nunca había estado en la vida de él, estaba muy confundida, estaba llorando y el sólo me decía que si iba a funcionar, que lo íbamos a resolver. Sonará fantasioso pero sabía que las relaciones a distancias casi nunca funcionaban y tenía miedo de que se fuera.

-Amor, tranquila, mírame, no llores todo estará bien, vamos a solucionarlo, yo vendré a visitarte y tu podrás ir para allá, solo serán 2 años, veras que pasaran volando.

-Ninguna de esas palabras me calman Chris, tú te iras y me olvidarás, encontraras a alguien más y yo me quedo sola aquí, con el corazón hecho mil pedazos.

-Amor ¡no digas eso!, no me olvidaré de ti, eres la mujer que amo y nunca me voy a alejar de ti ¿vale?. Ahora tengo que irme que mi vuelo sale en 2 horas, te amo D___, te amo como nunca ame a nadie más, marcaste mi vida de tal forma que no creo que me olvide de ti, recuerda que haremos un plan para vernos ¿si?

Esas palabras tocaron mi corazón y mi alma, de inmediato lo abrace, empezaron a salir lágrimas y caían por mi mejilla y terminaban en el suelo, sentí como un trozo de mi ser se desprendía. No quería soltarlo, gracias a el aprendí que el estar sólo no es bueno, que necesitamos un compañero de vida, alguien con quien sentir ese apoyo que no tienes estando encerrado en tu habitación aislado de todos. Sabía que sería difícil pero podíamos lograrlo.

 Lo suelto poco a poco porqué necesita irse y limpia mis lágrimas con sus dulces manos, luego toma mi rostro y me da un tierno, suave y último beso de despedida, no sentía la misma sensación, no tenía el mismo sabor de siempre. Veo como toma sus maletas y se aleja poco a poco, estaba destrozado igual que yo pero era algo que no podía evitar.