Open fire |KookGi|

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YoonGi

2 Meses después...

Cumpliendo con su palabra después de abandonar su casa no supe nada mas de Jungkook y mucho menos de Taehyung, cada día se volvía más difícil el acostumbrarme a su ausencia, mi mente comenzaba a jugar conmigo a veces mientras despertaba por la noche podía ver a Jungkook recostado a mi lado pero como si se tratara de un castigo al pasar de los minutos mi mente se aclaraba haciendo desaparecer su imagen.

— Saldré por un rato. ¿Necesitan que traiga algo para ustedes? — Pregunte a Nam y a Jin.

— Jungkook lo dejó muy claro, no debemos salir de la casa. — Respondió Namjoon sin despegar la vista de su libro.

— No creo que a Jungkook le importe si voy dos calles lejos de aquí, hay personas vigilando y no voy a tardar más de veinte minutos.

— No importa si es a 20 centímetros, no saldrás a ninguna parte. — Namjoon dejo su libro sobre el sofá y se levantó tratando de intimidarme con la mirada.

— Deja de comportarte como un matón, si mi hermano quiere salir nadie se lo puede impedir y menos tú. — Jin se levantó para alejar a Nam de mí.

— Sé que Jungkook te hizo responsable de nuestra seguridad pero es hora de que entiendas que ya no trabajas para él y que eres solo un niño que no puede tomar decisiones sobre mí. — Suspire frustrado ante la mirada de impotencia de Namjoon. — Me estoy volviendo loco encerrado en este lugar así que saldré un rato si veo algo sospechoso volveré enseguida.

Quitando mi gabardina del perchero salí de casa, el cielo gris y los bajos truenos avisaban que pronto comenzaría a llover, camine sin rumbo fijo no había lugar al que quisiera ir, al llegar a una pequeña avenida espere a que el semáforo cambiara para poder cruzar sin embargo mi caminata fue interrumpida por el auto que se detuvo frente a mí, los vidrios eran oscuros así que no pude ver quien se encontraba dentro. Casi por instinto di dos pasos hacia atrás con la intención de correr.

— ¡Espera YoonGi! — Gritaron desde el auto, KiHyun era quien conducía. — No deberías estar fuera de casa, sube por favor. — Después de un fuerte estruendo una lluvia ligera comenzó a caer.

— Puedo volver solo, puedes irte. — Dije sin moverme.

— Jungkook me envió. — Como si sus palabras fueran mágicas mis piernas me llevaron hasta el interior del auto, sin decirme nada mas KiHyun retomo el camino hasta que se detuvo frente a mi casa.

— Dime para que te envió.

— La cafetería en donde trabajabas fue puesta a la venta, Jungkook compro la propiedad pensó que te gustaría conservar el lugar. — KiHyun se estiro para tomar un sobre de la guantera. — Todo el trámite está listo, también se repararon los daños así que es ti decisión si eliges volver a abrir el lugar.

— No puedo aceptar, ve con él y dale esos papeles, no quiero nada de él.

— Yo solo cumplo órdenes. — KiHyun colocó el sobre sobre mis piernas. — Como te dije tú decides que hacer con esto.

— De acuerdo, tienes razón me desharé de esto después, es todo o tienes alguna otra orden que cumplir.

— En realidad me gustaría saber sobre Namjoon. ¿Volvió a la escuela?

— Él no está muy feliz con la decisión de Jungkook pero no hay nada que pueda hacer al respecto y la escuela cerro después del tiroteo, está tomando algunos cursos en línea es un chico inteligente.

— Él es inteligente como Jungkook sin embargo también tiene el mal carácter Taehyung, ambos lo criaron en este tipo de vida así que es sorprendente que lo hayan hecho tan bien.

— Entonces tienes algo más que quieras saber, debo entrar antes de que Namjoon quiera salir a buscarme.

— Jungkook me pidió que enviara esto por correo pero creo que lo correcto es que lo entregue directamente. — KiHyun tomo mi mano y coloco una pequeña caja.

Jungkook

— Hemos confirmado la ubicación Seung heon se encuentra en un almacén cerca del muelle en Busan. — Informo KiHyun.

— Prepara todo saldremos en media hora, ese imbécil está usando sus últimas horas de vida.

— Sí señor.

— ¿YoonGi recibió las escrituras? — Pregunte a KiHyun antes de que abandonara la habitación.

— Dijo que va deshacerse de ellas.

— Entiendo puedes retirarte.

Horas más tarde llegamos al almacén, tráileres cargados salían del lugar cada diez minutos custodiados por los hombres de Seung Heon.

— Rodeen el lugar, maten a cualquiera que se ponga frente a ustedes. — Ordene en voz baja, KiHyun señalo las entradas y mis hombres se dividieron para cubrir la entradas, a mi espalda se encontraban cinco hombres más, al entrar al almacén los disparan no tardaron en escucharse, Seung Heon se escondió entre los contenedores intentando llegar a la salida sin embargo las puertas fueron cerradas en su cara. — ¿Cuánto tiempo creíste que te esconderías de mí? — Baje mi arma y coloque una bala en su pie derecho, entre lamentos Seung Heon cayó al piso. — ¿Creíste que te dejaría vivir y seguir con tu negocio después de lo que le hiciste a mi familia? — Apunte esta vez a su pierna izquierda y dispare justo en su rodilla.

— Debes estar molesto, el lame botas y tu amante están muertos gracias a mí. — Se burló histéricamente.

— Lamento informarte esto pero ambos están bien, lograste lastimarlos pero ninguno murió. — Su risa burlona desapareció, al no poder mover las piernas comenzó a arrastrarse con sus brazos.

— Ten un poco de dignidad. — Patee sus costillas haciendo que su cuerpo quedara boca arriba y sin demora coloque otra bala en su hombro. — No puedes arrastrarte como una larva.

— Termina de una vez, si vas a matarme hazlo ya, mis hombres vendrán pronto y acabaran contigo.

— Te das cuenta de que dejaron de escucharse los disparos, nadie más vendrá he acabado con todos. — Sonreí burlón. — Ahora que tenemos un poco de tiempo podemos comenzar a jugar. ¿Te gustaría que empezara con la mano derecha o la izquierda? — Estire mi mano y KiHyun coloco en cuchillo en ella.

— Eso sería perfecto pero aún tengo algo más que mostrarte. ¡Ahora! — Grito y una fuerte explosión se escuchó, el techo comenzó a arder en llamas la estructura del almacén cayó sobre nosotros, estaba aturdido frente a mí el cuerpo de Seung Heon fue cubierto por el fuego, no podía moverme el humo era tan denso que no podía ver a mi alrededor y después de un estruendo más todo se volvió negro.