𝐓𝐇𝐑𝐄𝐄

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era un nuevo día, y venus estaba en su cama, pensando varias cosas, aún tenía muchos nervios por sus exámenes.
tocaron la puerta de su cuarto y ella se levantó de su cama y fue a abrir.

— hey, cariño, saldré por un café con una amiga, te deje el desayuno en la cocina, cuídate. — era su madre, la cuál entró a su cuarto.

— claro, mamá. — venus le sonrió, su madre hizo lo mismo y salió de el cuarto de venus.

venus regresó a su cama y se puso a mirar el techo, así estuvo por unos minutos hasta que se levantó y bajó a la cocina para desayunar y llevó su celular con ella.
su celular estaba sonando, alguien la estaba llamando, venus miró su celular y contestó.

— hola, venus, ¿qué haces? — había preguntado una amiga de venus, millie, una castaña.

— hey, millie, mm, voy a desayunar, ¿tú qué haces?

— pues, nada, oye sadie y yo saldremos a comprar algunas cosas, ¿quisieras venir? — preguntó millie.

— bien, ¿a qué hora?

— a las 6:30, iré a tu casa y sadie vendrá por nosotras.

— de acuerdo, cuídate, mills.

— adiós, venus. — millie terminó aquella llamada.

venus dejó su celular en la cocina y fue a servirse su desayuno, en su casa reinaba el silencio por eso su desayuno transcurrió muy tranquilo.
fue a su cuarto a cambiarse de ropa para salir con sus amigas, optó por algo cómodo y cómo aún era temprano para que millie llegará a su casa, pensó que sería una buena idea ver algo en su laptop.

se acercó a su escritorio, encendió su laptop y volvió a explorar por las imágenes y vídeos que está guardaba.

pasaba por fotos que tenía con sus amigos, hasta que se topó con un vídeo, en el cuál estaba dylan sentado en su cama con su guitarra, él llevaba una sudadera negra y pantalones grises con calcetas blancas.

venus reprodujo aquel vídeo.

— bien, está es una canción que escribí aquella tarde cuando regresábamos de el centro comercial. venus, lamentó nuestra pequeña discusión de ayer, espero logres perdonarme. de acuerdo, aquí va la canción.. — había dicho dylan en ese vídeo.

en ese vídeo, dylan le cantaba una canción que él le había escrito a venus, donde él decía lo extraordinaria que ella era y qué cuánto amor él sentía por ella.

venus sonrió al ver ese vídeo.

después de que dylan terminará de cantar esa canción, este miró a la cámara por un momento.

te amo, venus. y creo que lo haré por siempre. — había dicho él chico, con una adorable sonrisa en su rostro.

el vídeo terminó, y venus quería llorar.

pero no lo hizo.

venus se acostó en su cama, cerró los ojos y la voz de dylan diciéndole te amo sonaba por toda su cabeza, ¿por qué no podía olvidar a aquel chico?

el timbre de la casa de venus sonó, lo que hizo que venus tuviera que levantarse para ir a abrir su puerta y atender a su visita.

— hola, venus, ¿qué tal? — era millie, se veía algo alegre.

— hola, mills, estoy bien, ¿y tú?

— estoy bien, ¿emocionada por hoy?

— un poco. vamos, entra a mi casa. — venus invitó a pasar a millie, ella entró y se dirigió a un sofá de su sala.

𝐃𝐑𝐈𝐕𝐄𝐑𝐒 𝐋𝐈𝐂𝐄𝐍𝐒𝐄, dylan kingwell. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora