El vecinirijillo

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ESPECIAL

     Todo empezó como una mañana normal, el sol brillaba, las aves cantaban, una urraca se había robado la rosquilla de Homero

–¡Estupido pajaro, devuelveme mi única fuente de alimento antes del desayuno! -

    Si, todo normal, oh claro a excepción del hombre de cabellos largos durmiendo en unos arbustos,  no parecía despertar, ni siquiera por el suave aspersor que llenaba su cara de agua, no fue hasta que escucho una dulce voz llamándolo a la distancia, ¿de quién provenía esa voz tan suave y calmada? Al abrir sus ojos pudo apreciar al dueño de esta.

–¡Buenos días vecinirijillo! ¿tuvo una noche ajetreada? Permítame ayudarlo con gustirijillo- Ned Flanders, también conocido como la persona más amable de Springfiel, se había levantado temprano por la mañana para regar sus pequeñas macetas cuando se percató de aquel suceso, un hombre de cabellos negros encima de sus rosas, además de todo su jardín destruido, lo único que pudo pensar en el momento fue, "genial, una oportunidad de hacer una amiguirijillo nuevo"

–ujule... creo que si se me paso la mano anoche- Otto nuevamente había estado drogandose, había sido una droga mueva, unos hongos que hallo en el bosque y que probablemente jamás debió comer, menos si estaban cerca de la planta nuclear. Con ayuda de Flanders pudo levantarse  y divisar mejor el desastre que hizo en el lugar, macetas rotas, todo fuera de lugar, los arbustos quemados e incluso podría jurar que se comió varias de las flores.
Las ventanas estaban rotas y las paredes pintadas, su rostro dejaba ver una notoria cara de ocupación e incomodidad

–si, parece que dejaste algo de desastririjillo por aquí, nada que algo de trabajo duro no arregle ¿cierto?-
Como siempre, su actitud positiva ganaba ante el enojo o preocupación, pero parecía que el otro no compartía su pensar puesto que noto como no deja de temblar, como si estuviera asustado.
–Tranquilo Hijo, ¿por qué no pasas? Te haré algo de cocoa caliente
Así con calma llevo al chico dentro, permitiéndole ducharse primero, prestándole algo de su ropa y después invitándolo a desayunar con sus hijos quienes ya conocían al individuo puesto que era el ex conductor de su escuela.
Se tomó la molestia de taparlo con una cobija para que dejara de temblar después le dio su cocoa y espero a que se calmara para poder hablar con él
–Otto, ¿cierto? Dime, ¿cómo acabaste en mi jardín?

–Bueno... anoche después de otra pelea con mis padres salí de mi casa y... comí algo que no debía-
Agacho la mirada, triste por su comportamiento, Flanders parecía un tipo amable y no podía creer que le había hecho eso
–¿Va a llamar a la policía? P-por favor no lo haga, puedo pagarle sus cosas señor, aunque no gano mucho puedo ir pagando. Mis padres me matarán si saben que me metí en problemas... de nuevo

–No tiene importancia mi querido amigo y en  cuanto a llamar a la policía tampoco debes de preocuparte. Como dije hace rato, nada como trabajo duro para arreglar los problemas del día a día, me haz dado unas labores para la tarde y eso lo agradezco mucho- acomodo sus lentes y bebió del agua tibia que tenía tenía en un vaso

–No me parece Justo, al menos ¿me permitiría  que le ayudara a arreglar? Creo que es lo mínimo que debo hacer-
No se había drogado en las últimas 8 horas, así que estaba limpio y consiente de momento, al menos por ahora debía aprovechar esa consciencia para no agregar una tragedia más a su lista de desastres que provoca mientras está bajo el efecto de las drogas

—La mano de un amigo siempre es bienvenida. Termina tu desayuno y te prestare un delantal y unos guantes-

   La actitud de Flanders le hizo sentir cómodo e incómodo a la vez, era extraño, pero ¿quién era el para hablar de extraños? Después de todo, destrozo el jardín de ese hombre. 
   Al terminar de comer lo primero que hicieron fue limpiar, levantar todo y por verlo en contenedores de basura, Lisa asomaba la vista para asegurarse de que cada cosa estuviera en su papelera correspondiente, ya saben, reciclaje. Después de levantar los destrozos limpiaron las ventanas y quitaron los cristales rotos, Flanders tenía cristales extra por lo que solo hizo falta reemplazarlos. Posteriormente, cortaron el pasto quemado y los arbustos para darles forma, como el calor empezaba a aumentar la sed se hizo presente, también noto que Flanders seguía con sus dos sueters, asumió que también le daría sed por lo que entro a la casa por un par de bebidas que el mismo hizo con lo había en el refrigerador, una simple bebida de frutas.  Salió con ambos vasos hallándose con una escena que fuera de contexto se vería mal; puesto que Ned se había quitado ambos sueters y estaba solo con esa camisa de tirantes que dejaba marcado su cuerpo, más ahora que el sudor estaba presente, algo en Otto se encendió, como el foco de una habitación,  un pequeño click causado por esa sonrisa y ese cuerpo.

Un amor problematico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora