Ghosts

· II: Pain and Calm ·

Dolor: Sentimiento intenso de pena, tristeza o lástima, producido por una contrariedad.

Luego de, al menos, asearse y cambiar su pijama, Amery yacía en el suelo de su habitación frente a la puerta, tras haberse rendido en intentar abrir la misma. Había intentado patearla, golpearla, forzar la cerradura, pero ninguno de sus esfuerzos rindió frutos para abrir la puerta... ya podía agregar "vencida por una puerta" a su lista de múltiples fracasos. Sin embargo, en todo ese rato no había parado de sollozar y soltar lágrimas, pues en su cabeza habían quedado tatuadas las palabras de Tristeza.

Se incorporó para sentarse mientras expulsaba jadeos erráticos, producidos por la falta de aire que le había estado causando todo el llanto, más la sensación de un nudo en medio de su garganta que le cortaba la respiración. Por cosas como esas detestaba llorar, pero ella se guardaba muchas cosas dentro de sí misma y en alguien momento tenía que explotar.

—¿Por qué para los demás las cosas son tan fáciles?—. Cuestionó a la nada con la voz atropellada.

—Porque tú eres diferente a ellos... eres todo lo opuesto a ellos, y eso te hace una ridícula.

Esas palabras con total veneno fueron lanzadas detrás de ella, haciendo que a Amery se le helara la sangre; el susto producido logró que la sangre de su rostro desapareciera, poniendo el mismo pálido y frío. La ojigris se dio media vuelta rodando aún en el suelo y se encaró con una nueva aparición frente a ella. Se trataba de otra chica, también portando un vestido negro con un estilo parecido al de Tristeza, pero ella tenía una larga cabellera negra y la piel algo bronceada.

—¿Tú eres?—. Preguntó Amery.

—El fantasma del Dolor—. Contestó la pelinegra.

Tras esas palabras, Amery sintió que el nudo en su garganta se apretaba un poco más.

—¿Qué quisiste decir con lo que mencionaste antes?—. Preguntó Amery, limpiando sus cachetes manchados de lágrimas.

—Oh, nada importante, sólo resaltaba tus cualidades—. Cimentó Dolor con cinismo puro.

—Idiota—. Murmuró la pelinegra de mechas rosas, pero igual fue escuchada.

—Más respeto querida, que soy diferente a ti y mucho más superior—. Contraatacó nuevamente Dolor. —Y no trates de defenderte que no manejas muy bien el área que digamos, y no porque... no seas capaz.

Tras la última frase de Dolor, Amery logró comprender a qué se refería ésta en un principio, solo logrando que una inexplicable sensación de incomodidad e inquietud empezara a expandirse por todo su cuerpo, pero no sólo eso, sino también que le quemaba, le ardía.

—Sinceramente das pena—. Aclaró Dolor, viendo como Amery parecía casi retorcerse de agonía, sin hacer nada.

—¿Qué sabes tú sobre sinceridad?—. Habló Amery con algo de dificultad por cómo se estaba sintiendo.

Dolor se arrodilló para quedar a la altura de Amery, viéndola con una mirada afilada y despiadada.

—Nada—. Fue su contestación—. Pero ¿Qué sabes tú sobre una vida sin todos estos dolores y sentimientos que tienes?—. Preguntó ahora ella.

Dolor desapareció a la velocidad de un chasquido, liberando a Amery de las sensaciones que cargaba encima, haciéndola sentir más liviana. Pero ella no sabía que aquella calma y tranquilidad sólo sería momentánea y efímera.

Calma: Sentimiento de tranquilidad; ausencia de agitación y nervios en la forma de actuar.

.

.

.

Nota de la Mystery: Buena, buenas :)

Con los ánimos por el subsuelo pero bien en lo que cabe, les traigo un nuevo capítulo de esta historia, ¿Les gustó?

Dolor fue un personajes difícil de desarrollar, pero creo que la manejé bien.

Espero que les haya gustado el capítulo ♥✨.

..Mystery..