-Fragilidad-

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Cada día tengo la misma pesadilla, en la que estoy parada frente a un río, pero no puedo moverme, no puedo ni respirar, simplemente estoy parada observando, y lentamente el río eleva su tamaño y poco a poco me comienza a llegar a las piernas, en un parpadeo estoy dentro de él ahogándome.

Despierte de golpe llorando por la falta de aire, congelando todo a mi alrededor, el llanto se apodera de mi y alerta a su vez a los gurdias que resguardan mi habitación. Mandan a  llamar a los sirvientes  y empiezan con agua caliente a descongelar la  habitación. Tristemente, se ha vuelto en una rutina de todos los días desde mis 14 años. Todos a mi alrededor tartan de no hacer mucho ruido para no alarmar a los demás en el castillo.

Procuro no estorbarles, por ello me encierro en el baño de mi habitación y espero a que terminen de limpiar. Aunque en ocasiones puedo oír sus conversaciones a través de la puerta, donde comparten el miedo que sienten al estar a mi alrededor. Mi padre me dice que también solía tener pesadillas iguales a las mías, que es algo que con el tiempo se me quitará. Me ha pedido que no lo comente con mi madre, ni  con mi hermana y que haga caso omiso a lo que dicen de mí en el castillo. 

Después de la "rutina matutina", me deben  preparar para mis lecciones de etiqueta. Madre prefiere que me reúna al desayuno con los demás, pero me resulta más cómodo tomarlo en mi habitación y posteriormente ir a mis lecciones. Como siempre, los guardias me escoltan hasta la biblioteca real para reunirme con mi tutora. Ahora que lo pienso, nunca entendí por qué los guardias deben escoltarme dentro del castillo. Es decir, ¿de qué peligro me protegen? ¿O acaso yo soy el peligro?

Mi padre siempre dice que la seguridad nunca está de más y que no tiene nada que ver con mi "don". Pero, mi hermana no tiene escoltas.

-¿De nuevo estás divagando en tus pensamientos? - dijo Ryder Nattura, uno de mis guardias. Es el único que se atreve a hablarme de manera tan casual frente a los demás. -¿Volviste a tener ese sueño? -dijo mientras caminábamos por el pasillo.

-Sí,  y parece que nunca termina. Tienes suerte de que tu turno sea por la mañana -bufé sin perder la compostura.

-Félix me dijo que esta vez el hielo era de otro color, seguro influye tu humor -dijo Ryder mientras apresuraba el paso. -Sé que se nos prohíbe hablar de eso, pero de verdad estoy preocupado por ti -mientras caminábamos, me dio un ligero golpe en el hombro. Ryder siempre era muy expresivo cuando hablaba conmigo.

-Puedes por favor dejar de dirigirte de esa forma a la princesa? Nattura, recuerda tu lugar -soltó en un grito Grael, el líder de mi escolta personal. Él nunca me ha mirado a los ojos y siempre parece que está enojado. Ryder me dice que él no solía ser así antes, pero pasó algo con su esposa e hija que lo amargó con el tiempo.

-No tengo ningún problema si Ryder me habla de forma tan casual, al menos él me dirige la palabra -dije mientras le daba la espalda a Grael. Cuando llegamos a la biblioteca, noté que había alguien más.

-Vaya, no pensé encontrarte por aquí, en verdad es una gran casualidad -miré con cara seria a la persona que se encontraba delante de mí.

-Anna, sabes muy bien que siempre estoy aquí a la misma hora -mi hermana solo hizo un gesto burlón con las manos. -Además, ¿no se supone que deberías estar en el comedor con el Rey y la Reina?

-Son mamá y papá. No debemos ser todo el tiempo formales, hermana querida -dijo mientras me tomaba por las manos.

-¿En serio estás usando otra vez los guantes? Creí que esa etapa tuya había terminado -dijo, a lo que reaccioné ocultando mis manos detrás de mí.

-Una Ultima vez- (Hiccelsa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora