-Inquitud-

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-¿Recuerdas cuál era tu camarote, verdad Elsa? -Comentó mi padre mientras ordenaba a los guardias subir el equipaje al barco.

-Sí, padre, pero ¿Será necesario todo ese equipaje? -pregunté, señalando todos los baúles que veía en la cubierta. -¿Es tan largo el viaje?-

-No te preocupes por el equipaje, el viaje será un poco más largo de lo que usualmente es. Por cierto, no salgas en ningún momento a cubierta, ¿Entendiste? -dijo con un gesto serio que me desconcertó. Mi padre notó esto y rápidamente respondió: -Es debido a las tormentas, no quiero ningún herido.Solo obedéce.

-Como ordene, si no hay mas que decir, me retiro a mis aposentos, nos vemos en la cena - 


Padre bajó del barco para dar las últimas órdenes antes de zarpar. Anna estaba con los guardias en el muelle para despedir a nuestra madre. En cuanto nuestras miradas se cruzaron, Anna hizo una mueca que me provocó risa. Disimuladamente hice una también, para después ir a mi camarote.

-Vaya, mi suerte, ¿No me estás siguiendo? -dijo una voz masculina detrás mío.

-Ryder, ¿Qué haces aquí? Pensé que hoy te mandarían al borde de Arendelle. -Usualmente a los guardias más jóvenes los envían a las montañas a entrenar y aprender del terreno.

-Fue orden del Rey que yo los acompañara. Soy tu escolta personal en todo el viaje- 

-¿Cómo? Es decir, esto es inusual. El Rey suele viajar con una escolta pequeña-

-Eso también me pregunté. Mi general dijo que mi único deber es protegerte y no hacer preguntas. Pero descuida, estarás bien a mi cuidado -dijo mientras golpeaba mi hombro.

-Basta, Ryder. No puedes actuar así, o serás reprendido otra vez -dije mientras Ryder se reía conmigo. Rápidamente la mirada de mi madre hizo que me comportara. 

-Será mejor irme ya -dije a Ryder -Si sospechas de algo, te pido que me mantengas informada- Ryder solo hizo un gesto dándome a entender que sabía qué hacer. 

-El sol estaba por ocultarse -dijo antes de irse.

Me dirigí con rapidez a mis aposentos. La habitación era la misma de siempre, pero por alguna extraña razón la ventana estaba bloqueada con una barra de hierro, lo cual es una lástima, ya que la luz de la luna no entraría. Tal vez sea mejor así, ya que suelo perder un poco el control con la luna llena.Cambié mis ropas por unas más cómodas para dormir. 

Para matar un poco el tiempo saqué de los baúles una vieja lámpara de aceite y un par de manuscritos que me gusta leer en los viajes. Algunos son en idiomas que desconozco y dedico mi tiempo a descifrarlos. Algunos son de mis abuelos cuando viajaban por todos los 7 mares. padre dice que son un montón de ideas incompletas, pero yo sé que son más que eso.

El sonido de las olas empezó a guiarme a los brazos de Morfeo, pero tenía una extraña sensación en mi pecho. Quería salir a cubierta a tomar un poco de aire, pero si lo hacía, padre me castigaría severamente. Opté por hacer brotar de mis manos pequeños fragmentos de escarcha. No suelo manipular mucho mis poderes, ya que no tengo el total control de ellos, y no me atrae la idea de espantar a toda la tripulación con esto.

Estaba por ir a la cama, pero de pronto se escuchó un estruendo en la parte de arriba.

-¡Rápido! ¡Todos los hombres disponibles a cubierta! ¡Esas cosas están aquí! -escuché decir a las voces detrás de mi puerta. -¡Los demás cuiden a la familia real! ¡RÁPIDO! -Estas últimas palabras me dieron escalofríos. No sabía lo que pasaba. ¿Será un ataque enemigo? La ansiedad se apoderó de mí, y quise abrir la puerta, pero al empujarla noté que había un cuerpo bloqueando la misma.

-Una Ultima vez- (Hiccelsa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora