Birth Right

Chapter 3

-Háblame de la mansión Malfoy, Lucy. ¿Es tan grandiosa como todos dicen?

Narcissa se puso rígida y le lanzó una mirada a su hermana. Bella estaba sentada en los sofás junto a Lucius Malfoy y algunos de los Slytherins mayores, donde había estado todas las noches esta semana, rechazando las invitaciones de Narcissa para dar un paseo por el lago o jugar un juego de Gobstones. Sus largos dedos se enredaron en el cabello de Lucius, tal como solían hacer con los de Narcissa cuando eran más jóvenes.

Reenfocando y sacudiendo la sensación de vacío en su pecho, Narcissa sonrió a través del tablero de ajedrez a Evan Rosier antes de arrinconar a su caballero.

-Por supuesto.- dijo Lucius.-Es la casa solariega más grandiosa de toda Inglaterra.

Bella tarareó, y los ojos de Narcissa se elevaron para ver a Lucius mover su cuello en la otra dirección. Su piel se erizó de nuevo por la irritación.

-Toda la   Inglaterra mágica.-dijo.-Olvidas que los muggles también tienen casas exquisitas. Chatsworth. Wentworth Woodhouse ...

-¡Narcissa!-Bella la regañó. Narcissa volvió a mirar su tablero de ajedrez, sus mejillas enrojecidas.

Hubo un breve silencio.

-Wentworth Woodhouse es una propiedad mágica.- espetó Lucius.-Tomada por Muggles...

-Longleat House tiene una de las bibliotecas más grandes del país, según he oído ...

-Merlin.-Bella resopló y pateó sus pies.-¿A quién le importan los malditos muggles ...?

-He estado en Longleat. La biblioteca de la Mansión es mucho más grande.

Podía sentirlo frunciendo el ceño mientras sopesaba su próximo movimiento. Una vez que había dado jaque mate al rey, finalmente miró hacia arriba.

-Si tú lo dices.-Ella enarcó una ceja cuando Rosier gimió.

Los ojos de Lucius se entrecerraron, pero no dijo nada.

-Los pavos reales están limpios.- murmuró Goyle, rompiendo el silencio.

Narcissa le dio una sonrisa tensa y parpadeó hacia el tablero de ajedrez. Recogió las Hoces que había ganado de manos de un gruñón Evan.

La boca de Lucius se abrió - una respuesta en la punta de su lengua - antes de cerrarse. Tragó y asintió con la cabeza hacia las piezas de ajedrez que se estaban volviendo a colocar.-¿Te gustaría jugar para los galeones?

Los latidos del corazón de Narcissa se agitaron mientras metía sus Sickles en su bolso.-Pareces bastante confiado. He superado cada tercer y cuarto año, y la mitad de tus compañeros de clase.

-Y los he superado a todos,  y la  mayor parte de los de sexto año.- Lucius se puso de pie.-¿Bien?

-Supongo.- dijo.

Observó cómo su delgado cuerpo se movía con gracia hacia ella, tiraba de la silla y agitaba la mano sobre las piezas de ajedrez para reiniciar. Bella se sentó en el sofá, con un brillo travieso en sus ojos.

Lucius se arremangó y la miró fijamente.

Narcissa apartó los ojos de sus antebrazos desnudos.-¿Jugamos por algo que valga más que Galeones?

Inclinó la cabeza.-¿Qué tenías en mente?

Cruzó los tobillos y se inclinó hacia adelante en su silla.-Mi hermana.

Bella rió.-Te dije que ella sabía jugar, Lucy.- Se recostó sobre el brazo del sofá y sostuvo su cabeza en su mano mientras sus ojos los recorrían.-Qué divertido.