Capítulo 14. Entre Sonrisas Y Promesas.

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Kaminari abrió los ojos, pudo notar la hora gracias al reloj de pared que había en la habitación ya era tarde, eran las 3:26 pm,  había dormido bastante, el cuerpo le dolía, más en específico sus caderas, a como pudo se levantó para ir al baño, se miró en el espejo unos minutos, pudo ver con claridad como tenía la camisa desabrochada hasta la mitad, los hombros descubiertos y como en estos tenía marcas, así como en el cuello, no podía creer que de verdad lo de anoche había pasado, al recordar aquello sus mejillas se tornaron rojas, se dio unas palmadas en ambas y sacudió la cabeza, quería relajarse, así que abrió la llave del agua caliente dejando que la tina se llenará, espero unos pocos minutos y se metió a la misma el agua caliente le relajaba bastante el cuerpo, se sentía mareado y había empezado a vómitar sangre de nuevo, pero a diferencia de otras veces esta salio espesa y en un tono más oscuro.

Esto lo asusto, salió de la tina poniéndose una bata, trato de caminar de vuelta adonde están su amado, pero antes de si quiera llegar a la cama, Kaminari empezó a ver todo oscuro, eso lo asusto aún más, no había perdido la consciencia ni se había desmayado, era algo peor al menos para el, ya no podía ver, asustado alzó la voz, despertando a Edmond quien de inmediato se levantó, notando que Denki estaba en el suelo de rodillas llorando, el menor le explicó lo que pasaba, un fuerte dolor hizo que este se inclinará y tapara su boca, resultando en un fracaso, de su mano escurría sangre oscura, sangre espesa llegando al color negro.

Edmond miró preocupado al menor, sabía que no podía hacer nada más que estar ahí y tratar de tranquilizar a su pareja, sabía que esto verlo así, morir lentamente sería una tortura e incluso empezó a creer que todo esto era un castigo por desear una vida feliz.

Varios días después...

Había pasado casi una semana desde la boda, la salud del oji ámbar empeoró, ahora ni tan siquiera podía levantarse la cama, había perdido la vista, el sentido del gusto y casi toda la movilidad de su cuerpo, pero no evitaba que el riera y sonriera al oír a su amado, quien buscaba reconfortar lo, y hacerle feliz, no lo negaría tenía miedo, solía sostener la mano del menor, para que así supiera que ahí estaba con él, noto como a Denki le costaba respirar, como de su boca salía sangre, era una tortura verle así, noto como sus manos estaba empezando a desaparecer, eso solo significaba una cosa.

Edmond - Escúchame Denki solo una última vez, te prometo que te buscaré de nuevo en otra vida... - sonrió levemente -

Denki - ¿Me prometes que me buscarás de nuevo?

Edmond - Claro que si...

Denki solo pudo oír eso, antes de cerrar los ojos, y dejar de respirar al menos a Edmond le tranquilizo saber que sus últimos momentos no habían sido tan crueles, lamentaba el no poder estar ahí para el funeral, seguía sentado alado de su amado, mientras desaparecía, pues sin un máster un servant está destinado a desaparecer hasta que sea nuevamente invocado, esperaba que se le permitiera permanecer con aquellos bellos recuerdos de su amor, uno tan fugaz pero hermoso, así como un cometa que pasa por la tierra por breves momentos.

Bakugou quien había ido a ver a su tonto amigo, pudo ver como este yacía sin vida en aquella cama, en su mano tenía aquel prendedor que tanto le gustó, pudo ver como aquella marca de rayo ya no estaba en su cuello y ahí lo entendió Edmond también se había ido, tenía una ligera idea del contrato de ambos, el cenizo aún con un semblante triste fue a dar aviso a su profesor, ese día en el dormitorio de la clase 1-A hubo tristeza, el ambiente estaba pesado, se lamentaba la muerte de aquel chico de quirk eléctrico, aunque este había muerto con una sonrisa en el rostro, como si se hubiera ido de forma tranquila, a diferencia de dos villanos que su muerte fue tortuosa hasta el final, se dio a conocer la noticia de la muerte de Shigaraki Tomura y All For One.

Dos días después de la muerte del chico rubio se hizo el funeral, ahí estaban todos sus compañeros de clase, muchos lloraban aún por la pérdida, no era algo fácil de asimilar, todos se despidieron de su amigo, Yaomomo pidió permiso para dejar algo en el ataúd del rubio, le dieron el permiso y la chica se acercó pidió que fuera abierto, acarició el cabello de su amigo, y le coloco aquel prendedor que tanto aprecio en sus últimos días, se alejo del ataúd para que este fuera cerrado y dieran entierro al mismo, habían pasado algunas horas y el único que seguía ahí parado observando aquella lápida era Bakugou.

Bakugou - Nunca dejaste de ser un tonto sabes, tu esposo me pido que te dejara esto - coloco enfrente de la lápida un libro con el título "El conde de montecristo" - Sabes... El muy tonto quería seguir contigo aunque no fuera en forma física así que me pidió que dejara este libro sobre su historia... Supongo que lo leíste alguna vez, ya que te habías enamorado, espero algún día se vuelvan a ver

Se levantó y alejo de aquella lápida, mirándola de reojo una última vez y se sorprendió cuando creyó a ver visto una especie de fantasma, uno que se despidió de él agitando su mano y desvaneciéndose en el aire, sonrió y se fue ahora si del lugar, dejando aquel cementerio atrás, le había prometido al rubio que lo iría a visitar a su tumba cuando pudiera y el era una persona que cumplía sus promesas.

✨Electric boy⚡ Boku no hero academia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora