11. ∆ Rutina. ∆

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Hoodie
Domingo, 22:33

—Aquí es. —Anuncia Masky entre suaves susurros.

Estamos en el patio trasero de una casa mediana, dos pisos, un balcón, una casa ordinaria. Corrimos por el patio, el perro encadenado a una estaca de madera clavada en la tierra comenzó a ladrar incontrolablemente.

Llegamos a la puerta trasera, es de metal negro. Una mujer morena de largo cabello negro nos deja entrar, es joven, tetas grandes, culo grande.

Ya veo las intenciones de Masky.

Ella está asustada ante nosotros, debo de admitir que me excita su comportamiento aterrado y sumiso.

—La comida está en la mesa. —su voz es suave, casi un susurro.

Los tres caminamos hasta la cocina y nos sentamos a comer: Spaghetti con queso, esa será nuestra cena.

—¿Qué edad tienes? —Masky lleva una buena cucharada de comida a su boca.

—Dieciséis.

Dieciséis, sé que Ashley tiene la misma edad porque Mónica balbuceó un poco sobre ella

¿Qué habrá hecho el operador con ella? Hace un tiempo se la llevó.

—¿¡Qué!? —Chilla Toby incrédulo, bueno, yo también lo estoy, ese cuerpo no combina con esa edad. —Ash-

—Cállate, Rogers. —Ordené al ver sus intenciones de nombrarla frente a esta chica que a penas conocimos.

Ella se quedó pensativa unos segundos.

—Ashley... ¿Ashley Wilson?

Toby asintió.

¡Maldita sea niño!

—¿La conoces? —Indagó Masky terminando de comer justo después de mí. Bajé mi pasamontañas del puente de mi nariz hasta lo cuello, no me agrada la idea de que ella me vea.

—Algo así, es mi amiga.

—¿Cómo te llamas? —Toby dejó la silla y se acercó a ella, lo suficiente para aterrorizarla más.

—Sofía Johnson.

—¿Que sabes de Ashley Wilson? —Interrogó Masky, cierto.

Se supone que investiga a Ashley.

Y que yo lo estoy ayudando.

Ashley Wilson

Lunes, 12:03

Ayer por fin terminé mi tarea, ya sólo resta la que están mandando actualmente. Los asesinos no volvieron, supongo que porque esta lleno de policías y guardabosques patrullando por la noches por el toque de queda.

Sofía está rara últimamente, no se siente como si fuera ella misma, se la pasa haciéndome preguntas repentinas y muy personales.

Estoy almorzando con Jay y ella, pronto nos tocará la clase con el profesor Matías.

—¡Y no me llevaste! —Jay se hizo el indignado cuando le conté lo que hice el sábado con mi familia.

Una Vida Normal || Hoodie X Reader ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora