Conocí tu antebrazo,
con mis patines de hielo,
como en una cuerda floja
anduve por tus finas venas.Detuve mi travesía
en un lago de preciosas enredaderas,
ahí convergían tu brazo y tu antebrazo,
el sitio idóneo
para mi tienda de campaña.Le relaté a tus lunares
una canción de cuna,
en una nota de papel
color naranja.
Como el crepúsculo;
como el alba.Con cariño imaginé
una botella gris.
Envolví mi nana en
nuestra botella de sueños
y la dejé correr por tus riachuelos de sangre.
—Wherever you are — Angus & Julia Stone.
ESTÁS LEYENDO
Capricornio.
PuisiCapricornio... ...hay palabras que mientras más se degusten en el paladar más amargas o empalagosas pueden ser... Depositaré, entre versos, los pozos lunares en tu espalda y dejaré correr a lo largo de tu columna vertebral melodías que servirán de...