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────¿Ya vamos a llegar? Siento que nos alejamos mucho. ¿Acaso planeas secuestrarme?──── cuestiono el castaño con un tono sarcástico y burlón. Aunque internamente y muy en el fondo si tenía miedo que algo así sucediera, el contrario era alto y se veía que si ambos tuvieran que pelear entre si, este ganaría por mucho.


Ahora por su cabeza pasaban mil y un maneras de cómo moriría a manos del ruso. 

¿Quién lo mandaba a quedarse solo con un completo desconocido?


──── Hace más de 20 minutos fue que vimos a la ultima persona deambular... Pero aquí no nos espera la camioneta donde te llevaremos.──── comento con una sonrisa en su rostro, claramente estaba bromeando. 


Que mal que eso no tranquilizo en nada al peruano. Soltó una pequeña risa, una la cual fue más por su propio nerviosismo. El cual ocultaba muy bien. 

Puede que sientan que exagera... pero al mismo tiempo sabía que debía cuidarse de los desconocidos, sin importar la edad que tuvieras. Ya había tenido una experiencia... algo mala con esto, y no es algo que quisiera repetir otra vez.

El de nombre Miguel levanto la mirada, la cual hace poco se encontraba solo dirigida a sus pies, paso a ser a la espalda del ruso el cual iba a mucho menos de un metro delante de él. Al ver que este paraba, paro de igual manera. Sin poder controlar sus latidos empezaron a ser un poco más rápidos, y a pesar de apenas haber pasado unos cuantos y cortos segundos, el peruano estaba realmente nervioso y algo de ansiedad.


────¡Llegamos!──── Comento contento el ruso.


El peruano por su parte noto mejor el lugar, eran escaleras....

Para ser más específicos eran algo así como una colina, con escaleras para poder cruzar el lugar, llegando casi hasta la cima. Recordando mejor, había visto aquel lugar de lejos, ya que nunca tuvo la necesidad de ir por ahí.

Pero volviendo a lo importante. Eran escaleras, nada más, no era cómo si hubiera algo interesante en la cima, claro, aparte de seguramente palomas esparcidas por ahí.


────¿Piensas que nadie podrá escucharme gritar desde aquí?──── Pregunto con sarcasmo. No miraba el lugar muy interesante. Pero lo que más le reconfortaba es que estaban cerca varios carros movilizándose, sí, aun seguía con sus ideas de que el ruso podría ser algún tipo de secuestrador.


────No planeo secuestrarte──── Comento el ruso mientras le hacía una seña para que lo siguiera, empezaba a subir las escaleras.


Rusia poco a poco empezaba a darse cuenta de que, el Perú que conocía no se parecía en nada al que tenía en frente suyo. Aunque debió sospecharlo desde la primera vez que lo vio, este se veía mucho más.... mucho más. No sabía cual sería la palabra correcta para completar la frase. Pero tenía un planeado, aunque sea ganarse el corazón de la personita que estaba atrás suyo.

Mientras que Miguel solo pensaba la misma frase una y otra vez "Malditas escaleras".

Una vez estando a la mitad de dichosas escaleras el ruso paro, mirando hacía delante suyo, también mirando al peruano cual venia algo desganado subiendo las escaleras hasta estar en el mismo escalón que el mayor altura.

Let's meet in that beautiful memory | ¿RusPer?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora