¿Cuánto tiempo había pasado desde que había pisado aquella otra realidad? Unas 6 semanas habían pasado desde la primera vez que estuvo ahí.
Y un resumen de todo ese tiempo vivido ahí, fue divertido. Convivir con aquellas nuevas personas fue algo... llamativo, conocer a "España", que aquí se llamaba Antonio (?) Conocer más a fondo a estas personas, claro, no iba a saber todo de estas en tan poco tiempo de conocerlas, pero, era un buen avance hasta donde sabía el ruso.
Había llegado a ganar un poco de confianza entre todos, mejor dicho, entre la familia y conocidos del menor. Suena raro, y es raro pero el ruso andaba pegado al menor como un chicle. Y era muy raro no verlo junto al peruano. En esas pequeñas oportunidades el ruso andaba en la biblioteca, ¿Por qué? Quería saber las diferencias entre su "mundo" y el de Miguel. Notando varios cambios históricos, y estos confirmaron que los country o algo similar a estos no existían.
Ese hecho no le molestaba, lo que más resaltaba entre las diferencias que habían era el hecho de que, había una enorme diferencia de cómo se manejaba el mundo. Había demasiada corrupción, delincuencia, contaminación, peleas, guerras, etc. No sabía en que momento todo había ido de mal a peor en aquel mundo, mientras que en el suyo, claramente no fue fácil llegar a lo que conocían, fue un proceso lento y algo tedioso lograr un mundo al que podría llamarse "bueno" pero los resultados dejaron satisfechos a todos.
Dejando esos temas de lado y volviendo a de lo que hablábamos al principio. Rusia pudo notar una diferencia entre los primeros días de conocer a Miguel con estos últimos. El castaño era mucho más abierto con él, no lo trataba cómo si fueran los mejores amigos de la vida con más de 10 años de conocerse, claro esta. Pero este empezaba a tratarlo de una manera más amigable, se abría más a él, empezaba a tener más confianza.
Miguel no era una persona mala. Su desconfianza ante las personas estaba justificada, pero eso no impedía ofrecer su ayuda y amabilidad ante estas. Así cómo estaba haciendo con el ruso, que ya podía dejar de llamarse un desconocido para el peruano.
────¿Sigues en esta realidad, Rusia?──── Inquirió con una sonrisa algo burlona y divertida en su rostro. Hace ya un rato se encontraba mirando cómo el más alto andaba metido en su mundo.
──── ¿Eh?... Sí, perdona. ¿A dónde vamos?
────A comer por ahí. Ya veremos que encontramos──── respondió para empezar a caminar por la vereda, escuchando pasar a los autos.
────Ten cuidado, la calle es muy peligrosa──── Advirtió el mayor para sostener al menor de los hombros y ponerlo lo más lejos de por donde pasaban los automóviles.
────Ah...──── Fue lo único que respondió Miguel ante la actitud del contrario.
Se le hacía un poco curioso/raro que el ruso, a pesar de apenas haberlo conocido unas cuantas semanas este sea tan cuidadoso, atento, y amable con él. Le molestaba eso, o bueno en un principio fue así. Ahora ya no tanto, era agradable y gracioso.
────Por cierto, Miguel──── Llamó, haciendo que el nombrado dejara de caminar para posar su mirada en este──── Creo que debo regresar a... bueno, tú ya sabes.
¿No les ha pasado que tenían un secreto y sin dudas querían contarle a alguien?
El ruso no aguanto mucho y apenas hace una semana le había contado al pecoso todo lo que sabía de "las realidades", de cómo llego ahí y todo lo demás. Sin llegar a contarle de que Perú, de la razón por la cual llego ahí en primer lugar.
