I-II

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Primer mes de Taehyung viviendo con Jungkook

Jungkook debe decir que convivir con un tigre pequeño es algo peculiar, tomando en cuenta que ese tigre es Taehyung.

No fue problema hacer que ambos hermanos se adaptaran al modo de vida de Jungkook como veterinario, pues habían establecido una rutina muy eficiente demasiado rápido.
Yoongi había iniciado la escuela, pues era vital que llevara una vida normal como un adolescente.

Por lo que en las mañanas Jungkook y Yoongi se preparaban para cumplir sus responsabilidades, el mayor era quien se había visto un poco más afectado en cuanto a los horarios.

Pues tenía que levantarse una hora antes, para hacer el desayuno a Yoongi y a Taehyung y tener tiempo de pasar a dejarlo a la escuela. Después Taehyung y él iban directo a la clínica para que Jungkook cumpliera con su jornada laboral, pidiendo permiso a las dos de la tarde para pasar a recoger a Yoongi -tal vez era mejor enseñarle a tomar el transporte público- dormía menos, tenía más responsabilidades, menos privacidad, pero no podía decir que eso no le gustaba, al contrario, le encantaba llegar en compañía de ambos chicos, para hacer la cena, puesto que la hora de la comida la pasaban en la clínica junto a Namjoon -quién también ya tenía un cariño notable por ambos hermanos- cenar mientras escuchaba a Yoongi hablarle de la escuela, ayudarlo con las tareas mientras Taehyung dormía. Era cálido, eran una auténtica familia, aunque no tradicional, mucho menos tomando en cuenta que dos de los integrantes eran híbridos.

Taehyung seguía en su forma animal, era un tigre revoltoso y travieso, energético que disfrutaba de pasar su tiempo molestando a Jungkook, puesto que pasaba la mayor parte de su tiempo al lado del humano era de esperarse que formará un lazo fuerte. Al punto de escaparse en medio de la noche para dormir en la cómoda cama del mayor, quien sólo sonreía cuando lo sentía, razón por la que dejaba la puerta aparentemente "cerrada" -en realidad Taehyung la puede abrir solo empujando con sus patas delanteras- y después daba un salto hasta terminar en su cama, restregando su peludo cuerpo al de Jungkook para acostarse a su lado.

Y ese sentimiento de soledad, que Jungkook no sabía que tenía, no hasta que no se imagino viviendo sin ambos chicos, ya no lo sentía más.

Seokjin tenía establecido venir una vez al mes, solamente para monitorear que todo estuviera en orden, nada del otro mundo.

Jungkook descubrió que el pequeño tigre era un aficionado de las fresas, le encantaban y era demasiado lindo verlo mordisquearlas mientras las sostenía entre sus enormes patas.

El tigre comía de todo, dejando ver así su lado humano comenzado a emerger. Faltando menos de siete meses para que cumpliera trece y con ello llegará su primera mutación.

— ¿Le va a doler?— Pregunta Jungkook a Yoongi refiriéndose a la primer transformación del híbrido.

— No, sólo será extraño— Le tranquiliza.

Esa noche Jungkook se va acostar con el pensamiento de que hará una vez que Taehyung mute, porqué sería como tener un bebé en casa, por lo que le ha explicado Yoongi.

Su cabeza da vueltas y siente miedo, pero todo eso se va cuando la puerta de su habitación es abierta, acompañada del sonido de unas pisadas que van directo hasta su cama, el ágil felino salta a su cama, acurrucandose a su lado, para luego empezar a ronronear. Ese sonido calmando por completo al joven, porque no importa que pase, Jungkook siempre estará ahí para Taehyung y Yoongi.

Peligro de extinción [KookTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora