5.- La chica de sangre maldita.

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—Norman... es ella..
Fue lo último que oí ese día...

—Ya despertó...¡Hola! —Saludó la chica de sangre maldita.—

—¡AH! ¿Quien eres? —Te alejadte rápido, y como estabas débil, tropezaste.—

—Tranquila, soy Musika, y el otro es Sonjuu. —Sonrió.—

—Gracias, yo soy ____. Pero tengo la orden de asesinarte. Después yo me suicidare a mi misma. Lo lamento, Srta. Musika. —Bajaste la mirada e intentaste cortar su marcara y darle en el núcleo.—

—Suéltala. O te mataré. —Dijo un hombre que te detuvo. Cuando lo viste te diste cuenta que era Sonjuu.—

—Maldita sea. Suéltame. Puedo matarte con ella, si eso prefieres. No tengo opción. Voy a hacer este genocidio real. —Reías. Tu as bajo la manga era una navaja.—

—No quiero morir con ella. Prefiero matarte. Si no, lárgate. —El demonio te obligaba a irte.—

—Me iré. —Ellos sabían que con alguien tan insistente no lograrían poder hacer que te vayas. Por eso lo hiciste, pero les implantaste un rastreador.—

En el  refugio.

—Volví, ahora si me siento libre. De hecho, vi algo que va alegrar a el jefe. Ya me voy, adios. —Te despediste de Jin, quien te esperaba.—

—¿Adiós? —Estaba confundido.—

Comenzaste a caminar, cuando llegaste, al parecer Norman te estaba esperando.

—Que bien que llegaste. Me tenías preocupado. —Te abrazo.—

—Si, si, déjate de cursilerías. Encontré a los chicos con la sangre maldita, ¿feliz? —Te sentaste.—

—¿Que hiciste que? Sabes que era muy peligroso. Los enfrentaste, ¿verdad? —Se sentó junto a ti.—

—Si, logre implantar un chip en su capa. Casi invisible. Ten, ve su dirección. —Le diste una pantalla que mostraba su dirección actual.— Me siento viva. Por fin. Ya no vivo para alguien... Por fin soy feliz...

—Gracias. —Te acarició la cabeza.—

—De nada. Me voy. —Saliste de la habitación y fuiste directamente a tu habitación la cual ahora estaba separada de la de los infantes.—

[Pov ___.]

Lo logre. Estoy feliz. Pero en el fondo..siento feo... es un sentimiento terrible...

Se abrió la puerta.

¡Mamá, Charlotte se acabo las galletas que hizo Hayato! —Reclamaba Sherrie.—

—¿Eh?... Lo siento, ya voy a hacer más, hija. —Sonreíste.— Pero solo poquitas. Ya es tarde. Son las 9.

—Está bien, mamá. —Sonrió.—

Cuando termine de hacer eso, me fui a mi cuarto, estaba exhausta. No quería ver a nadie. Estaba...triste... me agobiaba pensar que ese sentimiento me podía detener cuando vayamos a matar a la reina y las 5 familias reales. Así que solo pude dormir. Horas después sentí que algo o alguien me abrazaba. Se sentía bien, pero esa persona era Norman. Claro que lo deje que siguiera pero era extraño, ¿No me odiaba?

A las 6 de la mañana.

—Buenos días, Norman. —Lo saludaste, Norman te vio apenado.— ¿Qué pasa?

—Lo siento. No debi dormir contigo. —Volteó a ver al suelo y comenzó a jugar con sus dedos.—

—Oye. Esta bien. No me molesto, ¿no? —Imitaste a Norman.—

—¡Oye! —Se ofendió.—

—Tranquilo, ¿Que tal si damos un paseo? —Le preguntaste con confianza.—

—Está bien. —Tomaste su mano y lo llevaste a afuera a cabalgar.—

♥︎💐♥︎

—Hace mucho que no venía a aquí. —Norman veía los árboles.—

—¿Ves? Te dije. —Reías.— De todas maneras deberíamos parar.

—Está bien.

—Oye Norman, últimamente te he visto más estresado de lo normal. ¿Pasa algo? -Cuando bajaste te amarraste el pelo y te sentaste abajo de un árbol.—

—Sabes, me gusta alguien. Y no gustarle me preocupa. —Norman se sentó a lado tuyo, te volteaba a ver tu estabas cabizbaja. Pensabas que le gustabas a Norman, pero al parecer no..—

—Eso significa...Que me usaste, ¿cierto? —Salían lagrimas de tus ojos, eran lagrimas de tristeza, seguías sonriendo.—

—No. Nunca te use. —El ya no te volteaba a ver.—

—¿Entonces? —Lo volteaste a ver, el te limpiaba las lágrimas.—

—Eres tu. —Te abrazo.—

—¿S-Soy y-yo?..

Siempre estuviste ahí. [Norman x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora